“Escuché como un cañal cuando se está quemando, abrí la puerta y vi las llamas, entonces llamé a las chiquitas y a mi esposo y les dije que nos fuéramos”.
De esa forma narró Mileidy González, una de las sobrevivientes del incendio registrado en La Carpio, en La Uruca, San José, la situación que ella y su familia vivieron dentro de la cuartería el sábado por la madrugada.
Todavía asustada por lo vivido, reconoció que en algún momento pensó que no podría salir del inmueble y recordó que para llegar al hueco por el que lograron salir se cayeron y golpearon en múltiples ocasiones.
González lamentó la muerte de siete de sus vecinos y contó que, a pesar de los esfuerzos de todos para llegar a la parte trasera y escapar, algunos, probablemente, se perdieron.
"Lo primero que se me ocurrió fue movernos hacia el fondo, allí había un hueco en la esquina, que fue por donde salimos, pero en el camino chocábamos con todo, yo me caí dos veces, pero pude avanzar porque mi esposo (Michael Velásquez) me llamaba.
“Fue muy doloroso y triste que otros compañeros fallecieran, todos pegábamos con cosas y eso hizo que algunos se perdieran, estábamos encerrados y no se veía nada, solo llamaradas y humo”, manifestó la mujer este domingo, en el salón comunal de La Carpio, donde ella, sus hijas y su esposo están albergados.
Además, aseguró que de momento quiere estar en un espacio abierto, ya que tiene temor de los espacios cerrados.
“Estoy traumatizada, no quiero estar en un lugar cerrado ni en un cuarto, quiero aire, porque me siento con miedo”, afirmó.
Debido a los golpes, González fue trasladada a un centro médico donde la atendieron; sin embargo, dijo estar preocupada, porque al toser todavía siente los pulmones afectados.
Su esposo contó que tenían siete meses de vivir en la cuartería y, de momento, desconoce qué van a hacer, pero esperan recibir la ayuda de las autoridades mientras se recuperan de lo vivido.
Velásquez dijo que luego de salvar a su familia ayudó a otros afectados, entre estos la niña de 7 años a quien su madre sacó por el techo.
“Traté de sacar a todas las personas, pero fue muy rápido. Luego de unos 15 minutos ya no pude más, no se miraba nada y entonces yo caminaba hasta pegar con cosas para avanzar. Mojé la camisa y me devolví, pero si seguía entrando iba a morir”, contó este hombre, quien dijo que gracias a la escalera que había en la cuartería pudieron cruzar por un hueco hasta una propiedad vecina.
Por su parte, María Mercedes Paniagua, otra de las sobrevivientes, mencionó que solo Dios le dio la fuerza para salir con su esposo de la cuartería y lamentó el deceso de otros inquilinos.
Explicó que en algún momento de su trayecto hacia la salida pensó que moriría, por lo que pidió perdón por sus pecados. No obstante, asegura que alguien la levantó y eso le permitió llegar hasta el cuarto de pilas.
“Cuando me levantaron comencé gatear para no aspirar mucho humo, ya que soy asmática y, cuando creía que había oxígeno, me levantaba”, rememoró.
Causa desconocida
Este domingo, agentes de la Unidad Canina del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) e investigadores del Cuerpo de Bomberos acudieron a la propiedad del incendio para realizar una inspección.
Empero, las autoridades no han podido precisar cuál es la causa del siniestro, el cual acabó con la vida de siete personas: dos menores, tres mujeres y dos hombres, entre ellos el dueño de la cuartería, identificado como Orlando León Castillo, de 75 años.
Miguel Araya, encargado del Programa de Investigación de Incendios de Bomberos, detalló que se recolectaron varios indicios que serán analizados por la Policía Judicial; además, lograron determinar que el fuego comenzó en la cochera ubicada en la parte frontal del inmueble.
Trascendió que un perro adiestrado ubicó rastros de hidrocarburos; no obstante, las muestras fueron enviadas a un laboratorio y será hasta los próximos días cuando se determine de qué se trata.
Algunos vecinos aseguraron que hubo un lanzamiento de una bomba molotov hacia el edificio, pero eso no ha podido confirmarse oficialmente.
Ricardo Díaz, quien consideraba a Orlando León como un padre, contó que la situación para él ha sido muy difícil y espera que pronto se sepan las causas de lo ocurrido.
Describió que, a pesar del intento por apagar las llamas para auxiliar al adulto mayor, con cada lanzamiento de agua éstas se incrementaban.
En tanto, Evelyn Molina, quien perdió a su madre, su hermana y un sobrino en el siniestro, dijo que espera quedarse con la custodia de su sobrina de 7 años, quien permanece en el Hospital Nacional de Niños (HNN) internada. También recordó que ella tenía contemplado pasar con su familia el fin de semana.
“Mi suegra está enferma y me llamó para pedirme un favor, entonces al final no vine a dormir con mi mamá, mi hermana y mis sobrinos. A las 5 a. m. me avisaron del incendio y ahora estamos en las carreras para el funeral”, comentó.
Víctimas del fuego
- Orlando León Castillo, 75 años
- Grace Molina Fernández, 50 años
- Inés del Socorro Lara Carmona, 31 años
- Melany Fabiola Chamorro Molina, 23 años
- Niña 3 años
- Niño de 2 años
- Nicaragüense, identificado solamente con el nombre de Rafael y cuya edad se desconoce