Habitado por aproximadamente 64.000 personas, Escazú ha sido escenario de tragedias mortales debido a su topografía quebrada y la presencia de numerosos ríos y quebradas. Este sábado el municipio mostró el moderno sistema de alerta temprana con tecnología de punta que se comenzó a instalar en sitios estratégicos para prevenir más emergencias.
Según el alcalde Arnoldo Barahona, la llegada de la pandemia retrasó la importación de equipos y la puesta en marcha de este sistema, único en el país, que busca reducir los riesgos de inundaciones y deslizamientos.
Actualmente, el sistema cuenta con varios sensores instalados en lugares de deslizamientos activos y en las cuencas de varios ríos, así como estaciones meteorológicas, cámaras, alarmas y bocinas. Aunque aún falta instalar algunos componentes del sistema, gran parte de la infraestructura de alerta ya está operando. Uno de los elementos destacados es un software que permitirá evaluar los diversos fenómenos hidrometeorológicos.
El centro de monitoreo de la Policía Municipal será el punto principal de control, pero el sistema tendrá acceso remoto desde cualquier parte del país para observar las cámaras y los datos recopilados por los sensores y estaciones meteorológicas.
La vigilancia será 24/7 para que los vecinos estén enterados cuando ocurra un comportamiento atípico y máxime en casos de lluvias extremas que en ocasiones azotan las montañas de ese cantón josefino, situado unos ocho kilómetros al suroeste de San José.
Durante la presentación del sistema, los residentes de Bello Horizonte, Palo Campana, San Antonio y otras localidades se mostraron satisfechos con la implementación de esta obra que beneficiará a los tres distritos que son San Rafael, San Antonio y Escazú.
Según Marlen Chacón Cubillo, vecina de Guachipelín, era urgente para contar con información de primera mano que les permitiera evacuar las áreas afectadas en caso de riesgo. Dijo que no quieren más muertes por un desastre y en buena hora se está comenzando a activar ese sistema.
Miguel Angel León Corrales, vecino de Bello Horizonte, afirmó que ese sistema es lo mejor que les ha pasado, pues en otras ocasiones se abandonaron los planes de alerta.
Esta tecnología se suma al trabajo conjunto con los Comités Comunales de Emergencias (CCE), que están encargados de manejar la información y aplicar los protocolos correspondientes en diversas situaciones de riesgo.
Escazú cuenta con 20 comités conformados por vecinos de diferentes comunidades, quienes reciben capacitación constante para intervenir adecuadamente en casos de emergencia.
Entre las tragedias más recordadas por los escazuceños se encuentra la ocurrida el 4 de noviembre de 2010, cuando un deslizamiento de material proveniente del cerro Pico Blanco bajó por una quebrada y arrasó con Calle Lajas, en San Antonio de Escazú.
En aquella ocasión, el país se sumió en el duelo nacional cuando 24 personas perdieron la vida y muchas otras desaparecieron. Al filo de la medianoche, una avalancha sorprendió durmiendo a numerosas familias, sepultando al menos 17 viviendas en un trayecto de dos kilómetros.
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