Un fuerte aguacero que se produjo este miércoles por la tarde ayudó a mitigar un gran incendio forestal que amenazaba con extenderse en el Refugio Nacional de Vida Silvestre de Caño Negro, en el cantón de Los Chiles, cerca de la frontera con Nicaragua.
Luego de un sobrevuelo realizado por el Ministerio de Ambiente y Energía (Minae), se determinó que aún quedan seis puntos aislados de fuego. Uno de ellos está en el sector conocido como Terrón, lugar donde todavía permanecen 30 bomberos forestales con el fin de intentar extinguir las llamas.
El incendio lleva afectadas cerca de 200 hectáreas de un humedal en el cual abundan plantas herbáceas, reporta el informe de prensa del Minae.
Fabio Arias Nuñez, quien tiene a cargo la atención de este incendio, calificó la lluvia como 'providencial' y dijo que esa agua evitó que se dañara un área de bosque en la cual hay árboles de cedro María, únicos parches que están presentes en los humedales de la región Huetar Norte y que están en proceso de regeneración luego de que incendios ocurridos en 1998 y el 2013, los había afectado.
Este viernes, Rogelio Jiménez, director regional del Sistema Nacional de Áreas de Conservación (Sinac), calificó el incendio de gran intensidad y reportó que en algunos lugares el fuego alcanzó tal intensidad, que el calor impidió acercarse a una distancia de 40 metros.
Jiménez dijo que este incendio fue provocado desde la semana anterior por finqueros o cazadores todavía no identificados. Desde entonces empezaron a arder diferentes puntos, pero no fue hasta el pasado lunes 25 de abril que las llamas tomaron fuerza.
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En opinión del funcionario, el objetivo de quienes ocasionan estos incendios es distraer al personal del Minae y de esa forma poder cortar y sacar madera ilegal, o introducrise al área protegida para cazar. Agregó que, en anteriores ocasiones, luego de un incendio han encontrado que se levantaron construcciones ilegales.