Un enfrentamiento a balazos entre grupos criminales dejó dos hombres fallecidos el sábado en una área montañosa en la frontera con Nicaragua, en el cantón de La Cruz, Guanacaste.
El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) informó de que el caso se presentó antes de las 4 p.m. en el lugar conocido como El Valle de Sapoá, en Peñas Blancas.
El lugar donde sucedió el tiroteo se ubica al norte de las instalaciones gubernamentales en Peñas Blancas. en la zona fronteriza con Nicaragua. Se trata de un lugar quebrado y montañoso, al lado del cauce del río Sapoá.
El OIJ informó de la Policía de Fronteras recibió una alerta sobre un enfrentamiento y, cuando llegaron al lugar, encontraron a los dos hombres fallecidos, producto de impactos de bala.
En el sitio del suceso encontraron un arma de fuego y varios indicios balísticos. Los cuerpos de los fallecidos fueron trasladados a la Morgue Judicial, para que se les realice la respectiva autopsia.
Las autoridades los identificaron como Jerry Antonio Sánchez, 26 años, y Maikel Israel López López, de 36 años. Ambos eran de nacionalidad nicaragüense. Todavía no se ha determinado si estas personas habitaban en suelo costarricense.
El sitio donde ocurrió esta balacera es muy usado por grupos de delincuencia organizada para el tráfico de personas, de drogas y de mercaderías.
En julio pasado, se produjo una balacera entre oficiales de la Policía de Fronteras y un grupo de delincuentes, uno de cuyos balazos impactó la sede que la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) abrió para la atención de la covid-19.
Inicialmente, se temió que el hecho se debiera a un ataque para intimidar al personal de salud, que se encarga de realizar las pruebas covid-19 a los transportistas y otras personas que ingresan a Costa Rica provenientes de Nicaragua.
Sin embargo, esa hipótesis se descartó y, más bien, los policías encontraron en el sitio de la balacera varios sacos, en los cuales transportaban 18.000 unidades de diversos fármacos, en su mayoría antibióticos, analgésicos y vitaminas.
Además, había 70 kilogramos de pinolillo, 50 kilos de almidón de yuca, siete galones de miel de abeja, 10 bolsas de churros artesanales, 20 kilogramos de cuajada, 50 sobres de café, así como ropa y tenis. Todo lo decomisado podría ascender a ¢10 millones.