Los padres de Roberto Rivera Cochran, hondureños, dejaron de ver a su hijo hace más de un año. Este, de regreso a su patria en una avioneta junto con el compañero Hugo Simons, norteamericano, repentinamente desapareció, informó La Nación el 4 de marzo de 1971.
El tiempo pasó. Hace dos días, el papá y la mamá de Roberto por fin volvieron a ver a su hijo. Pero ahora todo fue diferente... ¡Estaba Muerto!
Sudoroso, con ropa manchada de vegetación y agotado, el licenciado Mainrad Kohkemper M. llegó ayer del Chirripó. Es un amante de la naturaleza y de su exploración no importa de dónde sea. El señor Kohkemper fue quien acabó con el enigma del paradero de Roberto y de Hugo.
En su cuarta expedición al inhóspito Chirripó acompañado de 15 hombres, luego de incontables horas de devorar montañas, descubrió los restos de una avioneta que, a manera de una tumba solitaria y retorcida, guardaba los cadáveres de sus dos ocupantes. Era la avioneta Pipper HR-268.
La tragedia se remonta a una tarde del 28 de enero de 1970. La avioneta hondureña procedía de Panamá, vía Changuinola-El Coco.
En otras noticias:
Presencia en el país de embarcaciones sospechosas
Autoridades de Santa Cruz de Guanacaste denunciaron la presencia en aguas nacionales de embarcaciones al parecer piratas en busca de tortugas o camarones.
Una información en ese sentido fue revelada recientemente por la Guardia de Asistencia Rural de aquella localidad. Concretamente, los barcos fueron vistos sobre las aguas de “San Juanillo” y “Ostional”.
Tales lanchas no pertenecen a la flota pesquera nacional, pues fueron sorprendidas durante la noche y con luces apagadas a corta distancia de la playa.
Entierros religiosos para suicidas
La Comisión del Vaticano para la revisión de la Ley Canónica ha recomendado que se permitan los sepelios religiosos aun para los suicidas, según informaron fuentes eclesiásticas.
Actualmente la Iglesia Católica prohibe entierros religiosos para un número de personas, como los suicidas, masones, herejes, apóstatas, excomulgados y muertos en duelos.
La comisión para la revisión de la Ley Canónica, nombrada en 1963 por el Papa Paulo VI para actualizar el Código de 62 años de existencia actualmente en vigor, presentas sus recomendaciones al Papa, quien decide si las aprueba o rechaza.