Los fuertes lluvias, truenos o la pólvora suelen alterar a muchas de nuestras mascotas. Se puede presentar un miedo que estimula el instinto de supervivencia y hará que el animal busque protegerse.
Esto es alarmante pues periodos festivos, como la navidad, muchos animales se pierden de sus hogares al intentar huir alterados de los fuertes sonidos provocados por fuegos artificiales. Por ello, es importante detectar el temor en nuestras mascotas y saber cómo reaccionar.
Cuando el miedo es desproporcionado, desencadenará en una fobia la cual genera reacciones exageradas del animal y es más difícil de tratar. Estos miedos aparecen por falta de socialización del animal, poca habituación al estímulo o traumas.
Las reacciones para saber que nuestra mascota está con temor son: aumento en la frecuencia cardiaca, jadeos cortos y frecuentes, temblores, hipersalivación, erizamiento del pelo, defecación u orina.
Cuando el perro se siente inseguro intentará huir, alejarse del ruido que lo asusta, generar destrozos en la propiedad, luchar o ponerse agresivo, inmovilizarse o ponerse en posturas de sumisión.
Tratamiento
Se debe evitar, en la medida de los posible la exposición al estímulo que genera el temor. Para ello, se puede habilitar una habitación lo más aislada posible del ruego. Este espacio puede ubicarse donde el perro anteriormente haya tratado de refugiarse, lo que indica que es dónde él se siente más seguro. Ahí se debe colocar su cama, agua y comida.
Hay que evitar reforzar la conducta del miedo, no se debe hablar, acariciar o alzar al perro, porque eso supone una recompensa de la conducta inapropiada. Lo ideal es actuar de manera relajada y alegre, intentar jugar con el animal para que se distraiga y tenga un estímulo positivo.
Nunca castigue al perro en estas circunstancias pues solo provocará mayor ansiedad y se agravará el miedo.
Asimismo, se puede optar por administrar medicamentos disminuyan la ansiedad y el miedo. Se le dan a la mascota una hora antes de que inicie el sonido o apenas se noten los síntomas de alteración. Se puede preguntar al médico veterinario por fármacos como benzodiacepinas, diacepam y alprazolam, el profesional en salud animal le guiará para saber cuál es más apropiado para su mascota y cuál es la dosis correcta.
Fuente: Manual de teología canina de Pablo Hernández Garzón.