Probablemente todas hemos pensado alguna vez que sería genial que alguien inventara una manera mágica de deshacerse de los vellos de las axilas. Sin duda la depilación frecuente es un mal necesario.
A estas cuatro estudiantes de la Universidad de Costa Rica les asignaron inventar un producto para el curso de gestión de la innovación en el área de salud, y fue ahí donde Gabriela Hidalgo recordó esta necesidad de las mujeres.
Aceptaron el reto y desarrollaron un producto con gran potencial. Sin embargo, el camino para salir de las aulas y convertirse en uno de los favoritos de las consumidoras no sería ni corto ni sencillo.
Comenzaron con apoyo de la universidad, pero requerían mucha materia prima, por lo que organizaron actividades para recaudar fondos y con ellos buscar más elementos necesarios para encontrar la fórmula ideal.
En el proceso han tenido el apoyo de profesores con gran experiencia en productos cosméticos y emprendimiento, como es el caso de German Madrigal quien les ha colaborado con inscripciones y registros.
Utopía envasada en roll–on
La meta de las desarrolladoras era lograr un productos anti transpirante que con el uso diario lograra adelgazar el vello de la axila, hasta hacerlo desaparecer. Además, lograron incorporarle ingredientes bactericidas, lo que le da un efecto desodorante, e ingredientes humectantes para una sensación suave en la piel.
Este es uno de muchos proyectos que cada semestre se les asigna a los estudiantes de Farmacia. Estas jóvenes tuvieron una visión; más allá de conseguir una nota en un curso, encontraron una oportunidad de emprendimiento.
¿Quiénes son las emprendedoras detrás del desodorante anti vello?
Sofía Valenciano
Tiene 21 años, lleva 4 años en la carrera de Farmacia.
“Siempre me ha gustado este tema de cosméticos, siempre quise tener mi propio laboratorio, con mis productos y en eso basé mi elección de carrera, porque me veía trabajando en un laboratorio, creando y formulando cosas.
"Llevo 3 años trabajando como asistente en el Instituto de Investigaciones Farmacéuticas (INIFAR) donde hemos desarrollado productos cosméticos para emprendedoras que ya se encuentran en el mercado. Esto se logra gracias a al proyecto Emprende que tiene el INAMU, que asociado con la Facultad de Farmacia de la UCR ayuda a mujeres con ganas de emprender. Ahí me di cuenta que es posible desarrollar cosméticos de alta calidad para el mercado".
Gabriela Hidalgo
Tiene 26 años y está en el cuarto año de farmacia, vive en Palmares.
Gabriela fue la que propuso a sus compañeras la idea de crear el desodorante.
“Desde muy pequeña quise estudiar Farmacia, cuando logré entrar a la U me fue muy difícil porque el corte es muy alto y no me dio el promedio la primera vez que opté por esta carrera. Ha sido un proceso muy doloroso, he llorado mucho".
Aunque Gabriela reconoce que el camino inicial fue complicado, asegura que se siente satisfecha por haber sido constante y que ahora siente que este sacrificio no ha sido en vano.
"El desarrollo de este producto me ha hecho sentir bien, me ha demostrado que sí soy capaz y me ha gustado mucho la parte de cosmetología".
María Fernanda Chacón
Tiene 23 años y es su tercer año de carrera.
"Soy egresada de un colegio público de una zona rural. De mi generación solo dos entramos a la UCR, entonces las esperanzas eran pocas; sin embargo me fue muy bien en el promedio. Aunque Farmacia era mi segunda opción de carrera, la elegí porque quería trabajar en algo en lo que pudiera ayudar a las personas y, al mismo tiempo, añoraba trabajar en un laboratorio –aunque no sabía haciendo qué–.
"Este curso me gustó mucho porque logramos hacer este producto y descubrí que las formulaciones son algo en lo que me gustaría trabajar”.
Priscilla Paniagua
Es oriunda de Guápiles, está en el tercer año de Farmacia. Cuando realizamos la entrevista se encontraba de viaje, pero tiene igual mérito en la realización del producto.