Imparable, locuaz, punzante, sensible, comprometida… Las palabras faltan para describir a la escritora mexicana. Sin embargo, son sus propias palabras -escritas u orales- las que mejor la definen. Recién llegada de España, luego de recibir el Premio Cervantes, ella conversó con Perfil en su casa.
Lo primero que quiero saber es sobre su sentir al recibir en España el Premio Cervantes, el máximo reconocimiento para un autor en lengua española, que la convirtió en la primera mexicana en ganarlo y apenas la cuarta mujer en recibirlo en los 38 años en que se ha entregado.
–“Ya he hablado muchísimo de eso. Fue una enorme alegría la que sentí cuando me llamaron para notificármelo, pero sobretodo el que me acompañara mi familia a recibirlo. Siento un gran agradecimiento por España, por lo bien que me trataron”.
Quise empezar con ese tema porque lo que más me intrigaba era preguntarle sobre el rechazo público que hizo del premio Xavier Villaurrutia, el cual le fue otorgado debido a su obra cumbre, La noche de Tlatelolco. Incluso, ella increpó al entonces presidente de México, Luis Echeverría Álvarez, preguntándole que a los muertos quién los iba a premiar.
–“Este libro surgió a raíz de la masacre del 2 de octubre de 1968 en la que murieron muchos estudiantes que protestaban. Entonces yo creo que quisieron un poco como neutralizar este hecho y darme ese premio. Y sí, yo hice esa pregunta porque ese no era un libro para festejar. Lo hice como un recordatorio de la masacre que sucedió”.
“A lo largo de mi vida he sufrido mucha crítica, mucha. Cuando la editorial Era iba a publicar ese libro se fugó el dato y muchos amenazaron con que iban a quemar la editorial, pero su dueño, Tomás Expresate, dijo: 'Yo sé lo que fue la Guerra Civil de España. Estuve en ella, bajo los bombardeos; y este libro se publica pase lo que pase'. Iban a incautar los ejemplares de algunas librerías pero finalmente no pasó y eso solo ayudó a que más gente lo comprara. En solo un mes se hicieron cuatro reimpresiones”.
–En muchas de sus obras usted ha plasmado y narrado vidas de mujeres extraordinarias, y muy valientes, como en Hasta no verte, Jesús mío (1969), Tinísima (1992) y Leonora (2011). Mujeres que podríamos decir se negaron a calzar en sus épocas.
– “Sí. Lo que ha pasado con ellas es que son personajes que me llamaron mucho la atención. Por ejemplo, a Tina Modotti (fotógrafa y actriz de origen italiano) no la conocí pero me dijeron que hiciera el guión para una película sobre ella. Luego no hubo dinero para filmar la película y me dio muchísima pena fallarle a los que había entrevistado, entonces decidí hacer una novela (Tinísima)".
Y es que Poniatowska es una virtuosa a la hora de contar historias, ya sean reales, imaginarias o combinadas. Su primer contacto profesional con las letras lo tuvo en 1953 cuando inició su carrera en periodismo de mano del periódico Excélsior, esto recién llegada del Manhattanville College de Nueva York. Y justo su híbrido entre el periodismo y la literatura es la característica que varios críticos han señalado como eje central de su escritura.
“Desde hace muchos años ha habido mucho rechazo al buen periodismo, al feminismo, a las posturas de izquierda. En este país se habla muchísimo del Gobierno, entonces estar bien con ellos da muchos mejores resultados en la vida privada y pública que si estás en la oposición, donde te ofenden, te satanizan. Lo que me ha sucedido con gran constancia desde hace unos 14 años”.
–En México se dice que todo el que haya dirigido un medio de comunicación serio sabe que a usted no se le puede ignorar: se le publica, se le entrevista o se le critica.
–“No pues sí, así ha sido, esa es la absoluta verdad. Sí se me critica y sí se me publica, pero con la edad que tengo ya se me entrevista también”.
–¿Qué mueve a Elena a escribir?
– “No creo que haya tenido una voluntad tan definida o una intención así de clara. Yo soy periodista desde 1953 entonces naturalmente lo que escribo está ligado a lo que he vivido. Lo que ha sucedido es que me he interesado en acontecimientos sociales como la masacre del 2 de octubre de 1978 o el terremoto de 1985, además de escribir novelas y cuentos”.
–¿Cuál será su entrevistado preferido de todos los tiempos?
–“Yo quise muchísimo a Luis Buñuel, el gran cineasta español. Me hice muy amiga de él y su mujer. Lo iba a visitar mucho y me dolió que se muriera. Lo entrevisté en varias ocasiones.