Cabizbajos, con tono de voz tranquilo, en ocasiones hasta con mirada desafiante por las preguntas recibidas. Así salieron dos seleccionados nacionales, Kendall Waston y Keysher Fuller, a atender a la prensa después del 7 a 0 con que España golpeó a Costa Rica con fuerza.
Los seleccionados ticos dieron la cara y mostraron dolor y vergüenza, además de que Waston fue más autocrítico que Fuller y aceptó que la actitud contra los españoles no fue la idónea.
“Yo pienso que podía mejorar la actitud, ahora contra Japón lo tenemos que hacer, la pasión con que tenemos que jugar no se puede negociar”, afirmó Waston a los medios presentes en Qatar.
Kendall fue claro que él sigue creyendo que Costa Rica puede dar mucho más que lo visto en el campo.
“Yo pienso que sí, pero desgraciadamente entiendo la nebulosa que hay por el resultado. Nosotros íbamos con otra expectativa, pero entendemos las dudas por el marcador. Ahora solo queda pensar que la página cambia ante Japón y queremos cambiar la imagen”, declaró.
Por su parte, Keysher Fuller detalló que los responsables de la debacle son los futbolistas porque el cuerpo técnico dio todas las armas para hacer un buen juego y ellos no las aplicaron.
De hecho, Waston agregó que el entrenador, Luis Fernando Suárez, estaba muy molesto en el medio tiempo.
“Totalmente sentimos vergüenza, son siete goles, pero nosotros tenemos que cerrarnos y esperar el domingo el partido. Nosotros asumimos toda la culpa, somos responsables, ellos nos dieron toda las armas para salir adelante”, analizó Keysher.
De cara al juego de la segunda jornada, el domingo contra Japón a las 4 a. m., Waston profundizó que la Nacional debe regresar al orden que mostró en el cierre de la eliminatoria y que rindió buenos frutos.
“Podemos partir desde el orden, ojalá estar muy ordenados y algo que nos ha caracterizado desde el pasado, antes de España, es que debemos ser una selección muy aguerrida”, contó.
Sobre el discurso que manejó Costa Rica en la previa de que quería salir campeón del mundo, Waston explicó que ellos jamás pensaron en enfrentarse a la situación que están viviendo.
Fuller agregó que esa ilusión se mantiene intacta.
“Si uno supiera que van a meter siete no pasan esas cosas. Nos duele porque es un mundial, un resultado. La ilusión no se ha ido, obviamente duele bastante, pero las ganas no se han ido. El fútbol nos da una revancha el domingo y depende de nosotros”, dijo Fuller.
Ambos jugadores revelaron que se dio una encerrona en el camerino, en la que el grupo confesó circunstancias que estaban sucediendo.
La Selección Nacional se nota herida, golpeada... En su desempeño estará si quiere lavar su imagen y calmar un poco las críticas; en el panorama está Japón y al final Alemania.