Ser portera llegó por accidente, dice quien hoy está a las puertas de un Mundial Sub-20 y quien desde este lunes empezó una aventura deportiva y académica en Estados Unidos.
Combinar el fútbol y el estudio es muy común entre las jugadoras. Fabiana Solano se apegó a eso para disfrutar de esta nueva experiencia.
Probablemente no pensó que siendo guardameta iba a tener estas oportunidades.
Hace cuatro años jugaba como volante izquierda, cuando estaba en Desampa 2000, y surgió una necesidad que terminó por inclinar su futuro.
"El entrenador dijo que necesitaba una portera para las eliminatorias de Juegos Nacionales y me ofrecí", cuenta Fabiana desde Texas, donde está su nueva casa, la Universidad Texas A&M.
Solo había pasado un mes de haberse puesto los guantes y hubo una visoria para conformar la Selección Sub-15.
“Yo pensé: no tengo nada que perder, lo más es que me digan no”, pensó Fabiana cuando asistió a la visoria.
Después pasó a formar parte de Coronado, ascendió a Primera División y está a las puertas del Mundial Sub-20 del próximo año, el cual se realizará en Costa Rica.
Al inicio no se le hizo sencillo ser quien cuida los tres palos. Confiesa que cuando empezó admiraba mucho esa posición.
"Físicamente los entrenos son difíciles y algunas veces quise volver (a jugar como volante), pero decidí quedarme como portera. Es una gran sensación detener balones y creo que tenía más oportunidad como portera que como volante", reconoce entre risas.
Lanzándose por las pelotas fue también como se encontró con la beca que la hizo viajar el fin de semana anterior a Estados Unidos.
Pero para llegar ahí pasaron dos años, desde el momento en que su nuevo entrenador la vio jugar, hasta ahora.
"En 2018 el coach fue a hacer visoria en Costa Rica y fue como a un colectivo y seleccionó a cuatro jugadoras, y cada una le dio la oportunidad de beca, pero debíamos hacer un proceso de exámenes".
Varias de esas pruebas tenían relación con el inglés, y aunque dice no dominarlo como quisiera, finalmente consiguió la beca.
Apenas llegó el lunes, empezó las clases virtuales y deberá permanecer 14 días en cuarentena. Pero desde ya siente la diferencia de vivir con sus papás a hacerlo en la habitaciones de la universidad, y en otro país.
“Es raro, pero es parte de... hay que acoplarse a lo que venga”, finalizó la estudiante de Quinesiología.