EscucharDoha, Qatar. Ese segundo gol de Costa Rica en la portería de Manuel Neuer ante Alemania, nos hizo viajar por un torbellino emocionante.
El 1 a 1 después del empate de Yeltsin Tejeda al 58‘ nos había puesto a viajar en un tren repleto de alegría.
Pero el segundo tanto que acreditaron como autogol de Neuer en el remate de Juan Pablo Vargas, nos dio un salto pleno de regocijo.
El grito de ¡Costa Rica! desde las gradas desde el Al Bayt fue estremecedor y demasiado gratificante.
Con esa ventaja del 2 a 1, mi cabeza daba vueltas visualizando a un país como el nuestro inmensamente feliz en ese momento mágico.
¡En un Mundial contra Alemania lo estábamos haciendo! Todos los rojos éramos un puño.
Pensaba en ese lapso parcialmente victorioso, todo el gran significado de realizarlo en una Copa del Mundo y con semejante rival. ¡Estábamos ganando y clasificando!
Pero el cronómetro siguió avanzando y mi mundo ideal tico a los 70‘ se diluyó con dos goles germanos que terminaron superándonos con un 4 a 2.
El mismo registro cuando inauguramos contra ellos, anfitriones el Mundial 2006.
Vaya fábrica de emociones que nos genera el fútbol, posiblemente pasada la adrenalina me soñaré que la felicidad se extendía posterior a ese 70’
*También puedes seguirlo en el Mundial de Qatar con Al pie del deporte, www.everardoherrera.com y sus redes sociales.
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Momento justo en que Yeltsin Tejeda marca el momentáneo 1-1 entre Costa Rica y Alemania. (FRANCK FIFE/AFP)
