La superioridad y la hegemonía de los ticos es tal que por tercera ocasión consecutiva levanta el cetro de manera invicta. Más allá de que desde el viernes se había cumplido el primer objetivo, que era amarrar el boleto al Mundial de Lutunia 2021, a disputarse del 12 de setiembre al 3 de octubre, la Tricolor no se conformó con esto.

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Este representativo nacional tiene una ambición que parece no tener fin y así lo dejan ver los números en este certamen en suelo chapín: cinco victorias en cinco partidos, 30 goles a favor y apenas cinco en contra.

Por algo también dominó en los premios individuales, con Milinton Tijerino designado como el mejor jugador y César Vargas galardonado como el mejor portero.

Incluso, si se ven las cifras de estos tres torneos que conquistó la Sele del 2012 a la actualidad, el recuento es de enmarcar, con 14 ganes, apenas un empate, 76 tantos convertidos y únicamente 20 recibidos.

Si bien es cierto, frente a los estadounidenses tocó trabajar horas extras, Daniel Gómez consiguió un doblete y Juan Alonso Cordero consiguió el tanto definitivo para sellar la misión que se propuso el plantel que encabeza Carlos Quirós.

Ambición por trascender

Sin duda alguna que ahora la misión de la Selección de Fútsal es trascender en la Copa del Mundo. Esta será la quinta ocasión en la que el combinado patrio llega a una justa mundialista y solo en la anterior, en Colombia 2016, se llegó a una segunda fase.

El grupo tiene más hambre de trascender y hacer la mejor participación en la historia, aunque saben bien que no es sencillo.

“Apenas tenemos un poco más de tres meses para el Mundial y debemos coordinar muy bien el trabajo. Toca esperar el sorteo, porque dependiendo del grupo vamos a perfilar las estrategias para fogueos y giras, sabiendo que está el problema de la covid-19. Por supuesto que en el Mundial debemos jugar a otro nivel, porque es mucho más exigente y queremos llegar al éxito. En estos mundiales hay que quedar en primer o segundo lugar, porque si no, como mejor tercero, toca jugar contra un equipo de los top y es muy complejo”, dijo el técnico Quirós.

Los seleccionados celebraron por todo lo alto un tricampeonato del área que es sinónimo de esfuerzo y dedicación, si se toma en cuenta que en paralelo a los entrenamientos cumplen con sus trabajos y estudio.

Eso sí, no rehuyen a la responsabilidad de ir a Lituania a dar más que hasta este momento y buscar superar los octavos de final.

“Este título nos sabe a esfuerzo y a lucha. No recibimos paga por esto, sino que cada uno tiene su trabajo o estudia y somos gente que todo el día labora y en la noche llega a hacer esto que nos apasiona. Tenemos tres campeonatos en el área y debemos mejorar, porque en el Mundial anterior superamos la barrera de llegar a octavos de final y ahora estamos mentalizados en que no nos podemos quedar en esto. Si queremos que la disciplina en Costa Rica siga surgiendo, debemos de trabajar el triple, para llegar a instancias superiores en el Mundial”, señaló el portero Álvaro Santamaría.

De dientes apretados

Tal y como ocurrió en la semifinal del sábado frente a Panamá, la Nacional se vio abajo en el marcador en el inicio del juego. Lejos de lo vivido en la fase de grupos y en los cuartos de final, donde avanzó con mucha superioridad, en estas instancias le tocó sacar a relucir la calidad que caracteriza al plantel que dirige Carlos Quirós.

Esta Sele ha demostrado que tiene muy buena lectura de los adversarios y poco a poco neutralizó la propuesta del rival de jugar largo, hasta que llevó el enfrentamiento al campo que más le conviene a Quirós y los suyos: mucha dinámica para rotar, presión, duelos constantes, desbordes y apoyos para imponer superioridad.

Daniel Gómez emparejó y Cordero puso el segundo. Eso sí, el oponente se negó a morir y logró algo que ningún otro equipo había hecho en el certamen, convertirle dos tantos en un mismo duelo a César Vargas, titular en todos los compromisos.

Sin embargo, la Selección tiene una entrega y un sacrificio envidiable y luego de un jugadón de Milinton Tijerino por la banda, apareció Gómez para dar la ventaja al cierre del primer tiempo y marcar su segundo personal.

En el complemento la Selección se dedicó a cuidar la ventaja, controló con la posesión y pudo aumentar la cuenta, pero pecó en la puntada final.