Rom Akerson quiere demostrar que todavía tiene capacidad para competir en las grandes ligas del triatlón de montaña y eso terminó por alejarlo de Coopenae, su equipo durante cinco años.
El conjunto cooperativista le hizo una oferta económica para el 2020, pero al atleta no le satisfizo, pues asegura no se acomoda a sus necesidades para hacer carreras fuera del país.
Coopenae explica que fue una decisión tomada en conjunto con el atleta, el cierre de un ciclo “con gran satisfacción”, en el que juntos lograron “triunfos importantes”. Akerson, por su parte, cuenta que el salario era menor que el del año anterior, y supone que se hizo de esa forma por su rendimiento en los dos mundiales disputados.
En abril un fallo mecánico lo sacó del World Cross Championship de la ITU, mientras que en octubre le fue imposible defender su título en el Xterra.
“En los dos mundiales tuve mala suerte: primero se me quebró la bici y en Maui (Hawái) tuve un cuadro de diarrea”, recuerda el experimentado atleta.
Consciente de esos resultados, supone que ahí nace la determinación de su ahora exequipo.
Coopenae se refirió al fin de la relación con un comunicado en su página de Facebook, haciendo hincapié en que seguirá apoyando y promoviendo a los jóvenes talentos.
“Nos planteamos el reto de impulsar el desarrollo de nuestros atletas para seguir brindando alegrías y orgullo a los seguidores del deporte y del modelo que impulsamos”.
En este punto tienen pensamientos diferentes. Rom se enfoca en el exterior, mientras Coopenae le pide más presencia en territorio nacional, según las palabras del atleta.
“Siento que todavía tengo un par de años para dar al deporte. Ellos quieren que corra más en Costa Rica, y es mi casa, pero no es donde quiero estar enfocado; quiero enfocarme en mundiales. Ellos consiguieron el Mundial de Xterra en 2018 y quedaron satisfechos; ahora seguro quieren invertir más en jóvenes, y está bien”, agregó.
Su deseo también es elegir carreras con menos presión y estrés, pues parte de las exigencias con esta escuadra era un calendario cargado, y ahora desea entrenar más.
"Me cuesta tragar cuando hablo de irme de Coopenae pero los cambios son buenos. Estoy super agradecido. Hemos logrado juntos cosas que otros no han logrado".
Llegar hasta esa posición, o rozarse con los triatletas que asisten a ese tipo de campeonatos exigen un aporte económico alto. Rom calcula que se necesitan entre $40.000 y $50.000 para todo el año. Eso en un panorama ideal.
Durante cinco años estuvo apoyado por Coopenae pero también debía recurrir a otras marcas para sacar avante la temporada.
"En eso también va incluido bicicletas, viajes, masajista. De fijo uno necesita diferentes patrocinadores, solo lo de bicicletas son carísimas. Coopenae era uno de los patrocinadores", detalló.
Por eso incluso su salida la ve como una oportunidad para que se invierta más en jóvenes.
“Al salir tal vez les pueda entrar más, para ellos puedan crecer más, porque yo era un poco caro”, expresó.
Pese a que en este momento se encuentra sin un patrocinador, asegura estar tranquilo porque hay marcas interesadas.