En la presentación de los equipos en la última etapa de la Vuelta Ciclística a Costa Rica Femenina, este domingo en Escazú, la corredora Susan Camacho Fallas, del equipo Puro Motor MTB Bianchi Xpedition, subió al podio muy orgullosa con su pequeña Lizzy.
La bebé, que acaba de cumplir siete meses, miraba extrañada a las personas a su alrededor mientras se aferraba a su madre, quien tiernamente la sostenía en sus brazos, ya que no la había cargado desde que viajó a San Isidro de Pérez Zeledón el miércoles pasado para el arranque del giro a la tica.
“La verdad, la extrañé un montón. Me hizo mucha falta. Pero por otro lado, debido a su edad, se despierta mucho en las noches y también ha sido un descansito para mí. Tenía que cuidarla y entrenar por las mañanas, y no era fácil. Sin embargo, Lizzy fue mi inspiración para completar la Vuelta. Este domingo fue la última etapa de la Vuelta y nos acompañó un ratito antes de iniciar”, explicó Camacho.
Para Susan Camacho, el ciclismo siempre fue una pasión y compartirlo con su esposo Braulio y su pequeña Susan es aún más importante para ella. Al mismo tiempo, es consciente de las responsabilidades que conlleva ser madre, esposa, atleta y trabajar.
“Prepararme para la Vuelta fue muy cansado. Pero después de que nació Lizzy, mi objetivo siempre fue entrenar fuerte y venir a la Vuelta Femenina y terminarla con éxito. El ciclismo es una pasión, esto es lo que me mueve, lo que me hace feliz. El ciclismo en Costa Rica es duro, es difícil mantenerse, pero fue la disciplina constante la que me ha permitido estar aquí.
Concluir el giro a la tica femenino fue una gran satisfacción para Susan. Quizás no figuró en las escapadas o en la lucha por las etapas, pero culminó meses de entrenamiento y sacrificio.
“Tengo más de 14 años dedicada al ciclismo y esta fue mi décima Vuelta Femenina. Trabajo como instructora personal y adapto los entrenamientos dependiendo del tiempo disponible y del cuidado de Lizzy. Allí me acomodo. La bicicleta tiene algo especial, que atrae a uno. No es a todo el mundo que le llega ese sentimiento. Es una pasión”, explicó Camacho.
Para esta vecina de Heredia, tener orden en su vida es la clave para cumplir sus metas y, aunque no es sencillo competir en la Vuelta Femenina y culminarla, es más que una victoria personal.
“La planificación fue la clave para poder entrenar y cumplir con mis obligaciones, tanto en el hogar como con los entrenamientos. Además, cuento con el apoyo de mi esposo y mi familia. Es duro, pero el ciclismo es una pasión y todo es posible”, explicó Camacho.