Josep Betalú ganó en tres ocasiones La Ruta de los Conquistadores y en cuatro ocasiones la Titan Desert en Marruecos, pero nunca había sufrido tanto, ni puesto a prueba su coraje de tal forma.
Betalú logró completar los 300 kilómetros de la denominada La Ruta de los Conquistadores Non Stop, entre Jacó, Garabito y Caño Blanco en Siquirres, en un solo día, no si un antes pasar por una serie de dificultades que estuvieron a punto de hacerlo claudicar en su meta, la cual fue dedicada a los cuerpos policiales de nuestro país, que están laborando en al emergencia de la pandemia del covid-19.
El pedalista, que salió de playa Jacó el pasado sábado 30 de mayo, a las 12:01 a. m. terminó su travesía en Caño Blanco a las 5:45 p.m. del mismo día, luego de pedalear 17 horas 11 minutos y 19 segundos (17:11:19), más los tiempos de descanso y alimentación.
“Estoy reventado. Fue una locura. De verdad que el mundo está lleno de locos, pero lo logramos”, comentó Betalú, a la organización de La Ruta, cuando recién había concluido el recorrido y con un semblante de fatiga en su rostro.
El español visiblemente cansado recordó cada una de las etapas de su travesía, en la cual le sorprendió un temporal que lo acompañó durante los primeros 100 km, en la montaña del sector de Carara.
“En Carara había un barro de locos. En la primera parte, que la hicimos de noche, estaba lloviendo y empezamos mal. Yo estaba todo mojado por la lluvia, la ropa pesaba más y los tiempos no eran los que esperábamos. No se podían hacer los cambios en la bicicleta y además había que tener cuidado con los ríos. Si estaban de color marrón (crecidos) porque era muy peligroso y dependiendo de la altura del agua se podía suspender la carrera”, comentó Betalú.
Josep no ocultó que sufrió mucho por las condiciones climáticas, pero además se enfrentó a la naturaleza y por momentos tuvo miedo de lo que podía encontrar allí.
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“Estando en la montaña, en un momento sentí algo detrás de mi bicicleta al voltearme y alumbrar con mi foco no pude observar nada. Lo que sí he visto son muchos derrumbes por la lluvia y una serpiente. No sé que tipo de serpiente era, pero después me dio una psicosis y en cada rama de loa árboles caídos veía una serpiente. ‘Me dije entonces: no te vuelvas loco, disfruta del recorrido’, mientras pensaba en llegar pronto al último río de Carara”, relató Betalú.
El originario de Barcelona, quien desde hace varias temporadas corre en nuestro país, indicó que uno de sus grandes retos era pasar Carara de noche, pero jamás pensó que fuera tan complicado.
“Cuando llegué a la comunidad de Bijagual tenía esas ganas de ingresar a Carara, pero cuando estuve allí vi que era una locura. A veces pensé que no iba a salir, que no iba a terminar, pero me acordé del apoyo de la gente, de la motivación por lograrlo y sabía que tenía que hacerlo”, acotó Betalú.
Frío intenso. Una vez que concluyó la primera parte en Santa Ana, enfrentó el recorrido por Tres Ríos, y el ascenso al volcán Irazú, sin imaginarse lo que le esperaba en el descenso por las faldas del volcán Turrialba hasta la campiña azucarera.
“El ascenso es fuerte, pero todo iba bien, hasta que empezó a bajar la temperatura. En ese trayecto hacía mucho frío, llovía bastante, me temblaba la mandíbula y me mordía la lengua. La temperatura bajó hasta los 8 grados centígrados, y aunque yo pedaleaba y esperaba pronto llegar al cruce de los volcanes, no cambiaba nada y pensé: ‘tío, no lo vas a lograr’. Cuando llegué a Turrialba estaba haciendo sol y eso nos cambió un poco el humor, porque ya nos sentíamos más cerca”, añadió Betalú.
Al llegar a la última fracción entre La Alegría y Caño Blanco en Siquirres, con alrededor de 60 km para terminar su prueba, el ciclista hispano se sintió más tranquilo y comentó que se relajó un poco, pues lo importante era terminar bien y en el tiempo establecido.
“Lo primero que pensé fue: lo logramos. Es un recorrido que ya conozco y sabía que íbamos a terminarlo. Le agradezco al grandísimo equipo de apoyo que estuvo conmigo en toda la carrera, a Román Urbina, quien es el creador de La Ruta de los Conquistadores y las personas que en la calle me dieron aliento, fue muy duro, pero demostramos que lo que uno se propone lo puede hacer, porque hacer esta prueba también fue un reto personal para mí”, sentenció Betalú.