Ya había pasado la mayoría de corredores, pero la gente no se movía de sus puestos, todos esperaban al niño de cuatro años, Daniel Fajardo Somarribas, quién completó La Candelaria sobre su silla de ruedas.
Daniel nació con espina bífida, por lo que no puede caminar. Sin embargo, es aficionado al atletismo. Ese amor por las carreras, motivó a un amigo de la familia, quien también posee una discapacidad, a construirle una silla para competir.
Los seis atletas en sillas de ruedas salieron juntos, Daniel estaba eufórico, y con sus manitas le daba fuerte a las ruedas para que giraran más rápido.
Su padre, Oder Hernández, le ayudó en la travesía, empujando la silla y aunque el camino se hizo largo, llegaron a la meta hora y media después.
Allí lo esperaban los brazos de mamá, Gabriela Fajardo.