Los primeros rayos del sol sorprenden al boxeador costarricense Bryan Tiquito Vásquez corriendo en la zona costera de Ciudad Panamá.
El púgil se encuentra entrenando en suelo canalero desde hace dos semana.
Ahí está en la recta final de su preparación con miras al combate por el título mundial superpluma de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), ante el dominicano Javier Abejón Fortuna, el sábado 16 de mayo.
Vásquez aseguró que ha tenido que cambiar sus hábitos; desde empezar la mañana trotando, hasta aprender a comer el pescado que le cocina su entrenador panameño Rigoberto Garibaldi, quien está a cargo de la preparación del nacional.
“Me siento como en casa, tranquilo. Vivo cerca de la avenida Balboa y entreno con los campeones mundiales”, comentó Bryan vía telefónica.
“Es cierto que el clima es bastante caliente y húmedo, pero a todo debemos acostumbrarnos, es un sacrificio que debemos hacer si deseamos ser campeones del mundo. Estamos bien para empezar, muy enfocados en ganar el cetro”, comentó Tiquito.
Sparring de peso. Otro de los cambios que Vásquez ha experimentado es la calidad de los sparring , pues ahora debe medirse ante excampeones del mundo, o bien boxeadores que tienen hambre de llegar a disputar un título.
“Aquí el nivel es diferente. Los sparrings en Costa Rica ya los conocía; son muchachos muy buenos, pero con los cuales he entrenado mucho tiempo, mientras que acá, todo es nuevo”, confesó el pugilista nacional.
“Los boxeadores con los cuales entreno han disputado cetros mundiales y pelean con campeones, por lo que tienen mucha experiencia y eso me ayudará a mejorar mi defensa y tener mayor resistencia a los golpes porque se trabaja muy fuerte”.
En cuanto al peso, Bryan afirma que esta vez no tendrá problemas para mantenerlo (130 libras), pues además de correr a diario, se alimenta mejor.
“Como acá en Panamá es más caliente y húmedo, es más fácil sudar y bajar de peso, además mi entrenador me prepara pescado, alimento que antes no consumía, por lo que hasta cambié la dieta para mi pelea por el título”.
Bryan no esconde que le hace falta su hija Mía y su esposa, la también boxeadora Hanna Gabriel, pero es consciente que su preparación es primero.
“Uno extraña a la familia. Todos los días hablo con mi hija y la extraño. Saben que todo éste esfuerzo es por ellas”.