Un entrenamiento en la zona indígena de Buenos Aires de Puntarenas inspiró al ciclista Andrey Fonseca a promover el proyecto ‘En Bici a la escuela’, para niños de escasos recursos.
Andrey, quien es miembro de la fundación Yo impulso, presentó el proyecto a la Asociación Mundial de Atletas Olímpicos (WOA), organización reconocida por el Comité Olímpico Internacional (COI), que acordó financiarlo a través del programa anual de subvenciones, por un monto de $5.000 durante el 2020.
Fonseca, quien participó en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016, en la modalidad de ciclismo de montaña, comentó que recibir la noticia fue tan emocionante como ganar una carrera y ahora podrá poner en marcha uno de sus grandes anhelos.
“Hace más de dos años nació la idea de la fundación Yo impulso, con el objetivo de ayudar a los jóvenes a desarrollarse en diferentes áreas. Entrenando con unos compañeros en la zona indígena nos dimos cuenta de las dificultades que tienen los niños para trasladarse a las escuelas, por las distancias, y fue cuando ideamos buscar bicicletas para que fuera más fácil para ellos”, comentó Fonseca.
El pedalista oriundo de Buenos Aires de Puntarenas comentó que en un principio la idea era recaudar fondos, así como bicicletas de segunda y nuevas, para regalarlas y que los niños no solo asistieran a las clases, sino también puedan jugar y más adelante competir a nivel nacional.
“En tres meses logramos reunir las 80 bicicletas que nos habíamos planteado. Con donaciones económicas y algunas bicis de segunda empezamos a trabajar, más adelante la empresa Bicicletas Cobicondor nos regaló 40, e Innovabikes nos dio cinco nuevas y nos vendió otras de muy buena calidad a buen precio, lo cual impulsó nuestro trabajo”, agregó Fonseca.
Posteriormente llevaron el proyecto al Comité Olímpico Nacional y al COI con la finalidad de expandirse por diversas regiones del territorio nacional.
“Competimos con proyectos de todo el mundo y el ser beneficiados por el COI nos llena de orgullo. La primera parte de la donación la pretendemos realizar en cuatro escuelas indígenas de Buenos Aires y después queremos expandirnos a la zona norte y las costas. Nuestro plan es alcanzar la cifra de 500 bicicletas y el dinero del COI nos permite proseguir con nuestros ideales”, agregó Fonseca.
Llanto de alegría. Incluso el bonaerense indicó que ya tenían todo listo para hacer la entrega, pero la pandemia por la covid-19 frenó la iniciativa y ahora solo esperan el permiso del Ministerio de Educación Pública, pues cuentan con un protocolo para repartir las bicis entre los beneficiados.
“Creo que el día que entreguemos las bicis me voy a poner a llorar. No es solo dárselas a los niños, sino también enseñarles a andar, porque ellos nunca han tenido una, por lo que he contactado a personas para que ese día vayan con nosotros y les ayuden a aprender a pedalear y usarlas. Además tienen que aprender a cuidarlas y darles mantenimiento”, confesó Fonseca.
De acuerdo con Andrey, su ilusión es beneficiar a los jóvenes en riesgo social y ayudarles a progresar y tener un futuro.
“Nuestro lema es ‘sueño, trabajo y triunfo’. Esos niños que irán en bicicleta a sus escuelas, no solo tendrán más facilidades para aprender, sino también en un futuro pueden ser atletas de alto rendimiento. Les estamos abriendo una puerta para que puedan desarrollarse paralelamente con los estudios. Ese es nuestro objetivo desde que fundamos Yo impulso, porque más allá del deporte, lo importante es que salga adelante”, admitió Fonseca.
Andrey añadió que también buscan alianzas con exatletas olímpicos en Estados Unidos y Europa, con el fin de conseguir donaciones de bicicletas.
“Hay personas que traen bicicletas de segunda y las venden en el país, nuestra meta es que por medio de esos atletas nos las regalen y podamos distribuirlas a los niños que las necesiten. Hemos conversado con algunas personas y están interesados en colaborar. El aporte del COI nos da credibilidad y además estamos muy entusiasmados de poder continuar ayudando”, enfatizó Fonseca.