Son de carácter fuerte, viven del fútbol y los une la misma sangre.
Los gemelos Kenny y Kevin Cunningham juegan su propio partido, cada vez que se encuentran en el terreno de juego, ejemplo de ellos fue lo que se vivió en el duelo del pasado domingo entre Uruguay de Coronado y Herediano (0-1).
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Corría el primer tiempo en el partido y Kevin, volante coronadeño, le entró fuerte en la disputa del balón a su hermano gemelo Kenny.
El florense se quejó y el árbitro central, Pedro Navarro, le sacó la amarilla a Kevin.
Misión cumplida: el mayor de los Cunningham tenía amarilla y en su puesto de volante recuperador debía tener más cuidado a la hora de marcar para evitar ser expulsado, mientras tanto, al cierre del primer tiempo Kenny anotó el gol que le dio la victoria a los rojiamarillos.
“Había que sacarle la amarilla rápido, con eso lo calmé. Yo puedo jugar con amarilla porque juego adelante, pero él no, porque su misión es marcar y recuperar balones”, bromeó el hoy volante rojiamarillo, quien aseguró que es la tercera ocasión que se enfrentan en el fútbol nacional.
“Kevin es el mayor, por eso tengo que respetarlo, pero en el partido siempre trató de sacarle ventaja”, confesó el goleador del Team.
“Recuerdo que cuando jugaba con San Carlos el técnico Daniel Casas me decía marcá a tu hermano y sacale la amarilla lo más pronto posible para tranquilizarlo y eso fue lo que intenté hacer en el partido ante Uruguay y por dicha salió”.
Kevin por su parte salió molesto por la derrota, así lo reflejó su rostro y también sabía que está vez su hermano había ganado el duelo.
“Para mí fue una entrada normal, en lo personal no se nos dieron las cosas y a mí también me dieron, pero fue a mí primero que me sacaron la tarjeta amarilla y así quedó en la historia, Desde mi punto de vista perdimos y eso me dolió, pero ahora es borrón y cuenta nueva”, expresó el mediocampista de los lecheros.
Kenny señaló que normalmente se hablan casi todos los días, pero cuando se deben enfrentar se distancian y conversan hasta después del partido, como sucedió el domingo cuando se reencontraron en la casa de su madre para compartir un rice and beans.