Dana Brooks rompió el silencio y promete defenderse. La joven de 18 años que formaba parte del equipo de fútbol femenino de Liga Deportiva Alajuelense asegura que nunca ha consumido ninguna sustancia prohibida y dice que está decidida a demostrar su inocencia.
El pasado 6 de octubre ella recibió un correo electrónico en el que se le notificaba que arrojó un resultado analítico adverso, como se denomina de manera correcta a aquellas pruebas en las que se hallan rastros de alguna sustancia prohibida.
Algunos se atreven a llamarlo ‘positivo’. Sin embargo, ese término solo se puede implementar cuando hay una sentencia en firme en un caso de dopaje, no cuando inicia un proceso. Al final de cuentas, nadie es culpable hasta que se demuestre lo contrario. Y el deportista tiene el derecho a un juicio justo.
La muestra de orina a ella se le tomó después de un partido y la comunicación se la giró la Comisión Nacional Antidopaje de Costa Rica (Conad CR) y a partir de eso quedó suspendida provisionalmente de toda actividad deportiva federada.
Ahí le indicaban que en la muestra tomada el 23 de abril de 2022, se detectó la presencia de metabolitos de clostebol en su organismo. Con eso se configuró una aparente infracción al Código Mundial Antidopaje por presencia de una sustancia prohibida, según lo indica el artículo 2.1. del Código Mundial Antidopaje.
Es exactamente la misma sustancia que tiene en problemas a Orlando Galo, quien también se encuentra suspendido de manera provisional por la FIFA y cuya situación amenaza con dejarlo fuera del Mundial de Qatar.
“Tomando en cuenta el resultado sorpresivo de dicho análisis y dado que nunca he utilizado sustancias prohibidas para mejorar mi rendimiento deportivo, procedí a verificar y a estudiar la razón por la cual esa sustancia ‘clostebol’ entró a mi organismo y así poder defenderme debidamente”, expresó Dana Brooks en un comunicado que envió a La Nación.
Ella cuenta que cuando recibió el correo le pareció que era una sustancia completamente extraña. Al principio ni siquiera sabía de qué se trataba y le resultaba muy difícil determinar la forma en la que el clostebol entró a su organismo.
“Después de las averiguaciones del caso, pude determinar que dicha sustancia ‘clostebol’ provenía de una crema tópica cicatrizante llamada Neobol, a la que fui expuesta días antes de la toma de la muestra en circunstancias completamente excepcionales, cuestión que será probada al Tribunal Nacional de Dopaje”, afirmó la futbolista de 18 años.
Mencionó que como se indica en el Código Mundial Antidopaje y en las Normas Nacionales Antidopaje de Costa Rica, en los próximos días hará su defensa con toda la prueba que respalda las circunstancias excepcionales de cómo dicha sustancia ingresó a su organismo.
“Y solicitaré que se me exonere de cualquier tipo de sanción. Por el momento y por consejo legal, no daré ningún tipo de declaración hasta después de la audiencia respectiva”.
Finalmente, Dana Brooks agradeció por todo el apoyo recibido en este tiempo y afirma que espera muy pronto volver al deporte que la apasiona.
Entre deportistas costarricenses se han dado algunos antecedentes. Sherman Guity tuvo que purgar una sanción de dos años, a pesar de que alegó que se trató de un ‘accidente’, pues usó el medicamento que le vendieron para cicatrizar una herida en la oreja, tras hacerse un piercing que se le infectó.
Hace más de diez años hubo un ciclista que esperaba que no lo castigaran, en vista de que pudo comprobar que a su esposa le recetaron Neobol después de dar a luz y que él se contaminó con la sustancia al sostener relaciones sexuales con ella.
En aquel momento, el Tribunal le dio la razón, pero de igual manera le impuso una suspensión de un año, bajo el argumento de que debían tener conocimiento de esa sustancia.
También se dio el caso de Adriana Rojas, la ciclista que pudo comprobar que se contaminó con esa sustancia al aplicarle Neobol en spray a su perro que estaba recién operado. Ella demostró su inocencia, no la castigaron, pero tuvo que cancelar una multa, por los gastos del proceso.
Mientras que el ciclista Fabricio Quirós descuenta un castigo de cuatro años, porque dio positivo con clostebol en la Vuelta a Costa Rica de 2019, a pesar de que él insistió que se trataba de la crema Cikrasel, para curarse una herida en el labio.