Cristian González fue el único de los implicados del caso Fuerza Griega - Jafet Soto, Pablo Salazar y Orlando Moreira que no apeló el castigo que le impuso el Comité de Ética de la Federación Costarricense de Fútbol.
El exaccionista de Fuerza Griega que confesó en abril pasado que le había vendido a Jafet Soto acciones de la sociedad que administraba el Municipal Grecia, estuvo un año alejado del fútbol nacional y prácticamente un año y medio después de esa determinación rompió el silencio para hablar sobre lo que significó esa experiencia para él.
González no escondió que vivió un año complejo fuera del ámbito deportivo, no obstante recalcó que no se arrepiente de hacer la polémica transacción y que si tuviera la oportunidad de volver a hacerla, no lo dudaría, porque esa venta salvó al equipo de Occidente.
Sobre por qué no buscó una multa económica, como lo hicieron Pablo Salazar, Orlando Moreira y Jafet Soto, que evitaron así el castigo de salirse del fútbol, el exdirigente expresó que no estaba en sus posibilidades porque no podía pagar montos económicos, mientras que sí podía cumplir una pena de días.
Por otra parte, explicó que desconoce al final qué pasó con las acciones que negoció con Jafet Soto.
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Un año después de todo el escándalo que implicó la venta de acciones de Fuerza Griega, ¿hace algún tipo de valoración respecto a ese hecho?
Yo siento que al final, como al principio lo dije, yo iba a aceptar lo que se viniera, vino un castigo injusto, pero al final se dio. Se me juntó esa situación con la amputación de una de mis piernas, pasé ese año, recé mucho y todo se dio rápido. Hubo situaciones extrañas en la Federación, a mí la sentencia me dejó tranquilo porque me dieron la razón. Me castigaron por hacer negocios con otro grupo que administraba otro club, eso quedó demostrado y fue lo que yo dije.
¿Qué cosas ‘extrañas’ se dieron en la sentencia?
Extrañamente el grupo colegiado me da a mí, que a pesar que yo soy el único que dice la verdad, un castigo porque no podía hacer negocios con otros clubes. Me sentencian pese a que yo soy el único que digo la verdad. El proceso que se llevó de una u otra forma también tuvo sus cosas, como por ejemplo que se cambiaron los castigos por multas económicas, pero al final yo quedo tranquilo.
¿Qué hizo usted durante ese año de sanción?
Fue un año duro, hasta aguacates vendí, estuve en Nicaragua dando asesorías. La situación se complicó, se complicó mucho la cosa, pero Dios nunca nos desampara y lo más importante es que he salido adelante. Ese año se me hizo rápido, cuando me di cuenta faltaba un mes, pasó y ni me acordé el día que cumplí la sanción.
Usted cumple la sanción en junio pasado... ¿En el tiempo que estuvo castigado alguna persona de los otros implicados lo llamó? Se lo digo porque es muy bien recordado que cuando se hizo el ‘burumbúm’ se metieron con usted directamente.
Nadie se metió conmigo, le tengo un gran respeto al grupo que está con el Herediano, yo defendí mi punto de vista y ellos defendieron el de ellos, al final este tema se zanjó muy profesionalmente.
Uno vio cómo se dieron los hechos y el único que no apeló fue usted. ¿Por qué?
No tengo el capital y la solvencia económica para hacerlo. Si hubiera apelado y me ponen sanción económica, no tengo la forma de pagarla como sí lo pudieron hacer las otras personas involucradas.
En este punto además quiero dejar en claro que lo que hice, lo hice a criterio personal, a mí nadie me pagó por denunciar lo que denuncié. Creo que desde mi posición lo más acertado fue aceptar el castigo y pagar la pena con días.
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¿Cuando usted me habla de ‘lo que hice’ estamos hablando de denunciar la compra de acciones de Fuerza Griega por personas que estaban en otra institución?
Sí, cuando denuncié esto lo hice a criterio a personal. Yo lo hice porque vi que era el momento de hacerlo.
Explíqueme don Cristian lo siguiente, usted me parece que era consciente que estaba haciendo algo que no estaba bien. ¿Por qué lo hizo?
Yo durante mucho tiempo recibí llamadas de la prensa, quise mantenerme tranquilo, en el momento que el presidente de Grecia anuncia que se iba a hacer el negocio, quise externar lo sucedido. Se iba a mantener en confidencial, pero ahí no pude sostener y denuncié. Además me sentí ofendido con lo que se dijo, tomé la decisión de decir lo que estaba pasando porque se dijeron muchas cosas que no estaban bien.
Pero usted estaba haciendo algo en contra de los estatutos, algo malo. ¿Por qué lo seguiría haciendo?
Era necesario hacer el negocio, la situación de la franquicia de Grecia era compleja, si ese negocio no se hace la franquicia desaparece porque no había el apoyo que se requería en la institución. A mí me alegra ver que el equipo ahora se mantiene. Aunque la gente ahora no quiera aceptarlo, pues para el futuro se dirá que fue Fuerza Griega quien ascendió al plantel y eso es reconfortante.
¿No se arrepiente? Digo sin ese negocio usted se evita la sanción, la exposición y todo el escándalo.
No, era algo que había que hacer.
A sabiendas de las consecuencias... ¿Usted volvería a hacer esa negociación?
Lo haría en dos términos por bienestar personal y bienestar de la institución. No había aporte de capital importante, el equipo no era el mismo. En el momento que Wálter (Centeno) nos deja hasta que el grupo nuevo asumió el control se volvió a regular la situación, si yo no vendía esas acciones no había futuro. Lo que estamos viendo de esta institución ahora me dice que se tomó una decisión correcta, no me arrepiento.
¿Sabe qué pasó con las acciones que eran suyas?
Yo desde octubre del año tras anterior que hice la negociación no sé absolutamente nada de eso.
Llega el momento de su sanción... ¿Le dio temor no volver a encontrar trabajo en el fútbol? Porque usted es hombre de fútbol.
Solo del fútbol no he vivido, si tengo que comprar queso e irme a vender eso lo voy a hacer. Más bien irresponsablemente por trabajar en el fútbol he expuesto a mi familia, en el año que estuve afuera salí adelante. Mi conciencia está tranquila y lo que hago lo hago por el bien de las instituciones que me contratan, yo ya estoy tramitando algunas cosas para vivir tranquilo, yo ya no tengo la misma energía que tenía, aunque claro que si algún proyecto me llama, me pondré las tenis de nuevo.
Después de la sanción usted asume el proyecto del Municipal Turrialba.
Se me abrieron las puertas, tenía ofrecimientos de Nicaragua, Guatemala y dos clubes de Costa Rica. Me incliné por Turrialba porque me pareció un modelo muy similar al de Grecia, donde fuimos exitosos. Es un equipo con una historia de casi 100 años, vi un equipo con mucho potencial, me trasladé a Turrialba, pero al paso de los días me encontré que las cosas no estaban bien.
“Yo me hice un lado hace unos meses atrás, viví situaciones humillantes, he amanecido sin electricidad, no he podido enviar mi hijo a la escuela, me han sacado del apartamento. En la parte administrativa no hay una oficina mínima, en esos temas han sido bochornosos, me he caracterizado trabajar en línea recta, y aquí no lo estaba logrando. Lo denuncié con los compañeros de la Junta Directiva y al final lo más fácil era hacerme a un lado”.
¿Quiere salir del mundo fútbol?
Estoy cansado, realmente es cansado. Hay muchas cosas que uno no está de acuerdo. La espina no se quita, yo tengo muchos contactos, pero por ahora disfrutaré con mi familia, los tengo conmigo. Al final todos los sacrificios que hice fueron de muchos años, cuando me amputaron las piernas nadie del fútbol estuvo ahí, solamente mi familia, entonces quiero disfrutar de ellos.