Desde que el delantero Juan Vicente Solís apareció en la Primera División con San Carlos, ha dejado una huella imborrable en la memoria de los aficionados norteños, convirtiéndose en el hombre de los goles importantes.
Su anotación frente a Guadalupe, que le dio el empate 2-2 en tiempo de descuento, fue uno más de esos momentos que le recordarán los seguidores sancarleños en las calles de Ciudad Quesada o bien en Santa Rosa de Pocosol, donde vive.
La última diana que marcó fue la que clasificó a los norteños a las semifinales del Torneo de Apertura 2019, en la que este domingo se medirán con Alajuelense, a las 6 p. m., en el Estadio Carlos Ugalde.
Chente, como le dicen sus compañeros, oriundo del distrito de San Marcos de Cutris, de San Carlos, es especialista en marcar goles decisivos para su querido San Carlos, tal y como ocurrió en el 2010, cuando con 23 años anotó el tanto con el cual los Toros derrotaron a Alajuelense 2-1 y avanzaron a la final, que más tarde perderína con Saprissa.
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En la Liga de Ascenso también se hizo presente en las dos últimas finales, cuando su club logró el retorno a la máxima categoría.
Frente a AS Puma anotó en el 2016 el 4-2 para dar tranquilidad a los sancarleños y frente a Jicaral, en 2018, volvió a celebrar un tanto, esta vez en tiempos extra, que devolvió a su escuadra al máximo circuito del balompié costarricense.
“Estos goles son bendiciones de Dios. La afición en la calle siempre me recuerda el que le anoté a Alfonso Quesada, cuando eliminamos a la Liga y pasamos a la final. También el de Jicaral. La verdad es bonito, pero no llevo esa estadística, aunque sí marqué tantos que nos dieron tres puntos valiosos”, recordó Solís, quien la mayoría de tiempo sale desde el banquillo para colaborar en la ofensiva.
Sin embargo, Juan Vicente aseguró que hay “anotaciones” más trascendentales en su vida.
“Hay otros ‘goles’ más importantes, como mis dos hijas Nicole y Adriana. Ellas son mi inspiración, al igual que toda mi familia. Son mi gran motivación”, expresó el artillero que en el actual torneo apenas acumula seis partidos disputados, para 178 minutos y dos goles en su cuenta.
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Su última conquista ante los guadalupanos devolvió la esperanza a los seguidores norteños, quienes estallaron de alegría en el Estadio Coyella Fonseca, donde alcanzaron la gesta de clasificarse a las semifinales.
“La jugada fue muy rápida. El centro va al punto de penal, a mí me pasa, me doy la vuelta, veo que Álvaro (Saborío) la va a ganar y cuando devuelve la pelota le meto el muslo y el balón entra; fue una gran emoción”, recordó Solís.
Juan Vicente tiene claro que frente a los rojinegros no será nada sencillo, pues los erizos demostraron una gran solvencia en el campeonato regular, aunque en el más reciente enfrentamiento, San Carlos salió victorioso con un claro 3-1, para arrebatarles el invicto que tenían los manudos como visitantes.
“Llegamos fuertes. Si jugamos como en el compromiso que le ganamos a la Liga, le podemos ganar a cualquiera. Ese día les jugamos muy bien y espero que no sea la excepción el domingo. Será un partido bravo, pero estamos preparados, hay que tener carácter, confianza en lo que hacemos y visualizar que vamos a sacar la serie”, manifestó Solís.