Editorial

Editorial: Venezuela intensifica la represión

El cierre de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos es parte de una nueva escalada

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En el 2019, durante una visita de la expresidenta chilena Michelle Bachelet, el autócrata Nicolás Maduro cedió a un pedido de su parte y autorizó la apertura en Caracas de una Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, que entonces ella encabezaba. En ese momento, necesitaba generar buena voluntad internacional, después de que su espuria “reelección” el año previo fuera desconocida por decenas de países. Su decisión ayudó en tal sentido y a albergar algunas esperanzas sobre una disminución de la represión interna.








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