Editorial

Editorial: Salvamento de Bancrédito

La decisión que tomó la Asamblea Legislativa de fundir el Banco Crédito Agrícola de Cartago en el Banco de Costa Rica es acertada, pero habría sido innecesaria si el gobierno hubiese tomado a tiempo la determinación de vender el Bancrédito y obtener ganancias.

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La decisión de la Asamblea Legislativa que ordena al Banco de Costa Rica (BCR) absorber al Banco de Crédito Agrícola de Cartago (Bancrédito) el 30 de noviembre próximo es oportuna y acertada. El fallido Bancrédito dejó de funcionar como banco comercial meses atrás y buena parte de sus activos, como los créditos concedidos, tienden a deteriorarse con el paso del tiempo. Además, entre los pasivos figuran inversiones en certificados de depósito a plazo por ¢133.000 millones hechas por el Gobierno con el propósito de ayudar a la institución a atender problemas de liquidez, las cuales podrían perderse. Como el Estado es garante de Bancrédito por ley, y las finanzas públicas son también débiles, el salvamento era lo procedente.








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