Desde que nuestro país hizo la primera exportación de café en los albores de la independencia, la relación entre el agricultor y los mercados internacionales es uno de los pilares del crecimiento económico nacional.
Más de 180 años después, tres de cada cuatro personas dedicadas a la agricultura trabajan en el sector exportador.
Ese es uno de los abundantes datos que sustentan la relación positiva entre el comercio exterior y la agricultura, pero, de vez en cuando, surgen posiciones que pretenden enfrentar las dos áreas de nuestro desarrollo.
Por eso, es importante conocer el papel del Ministerio de Comercio Exterior (Comex) en la atención del sector agrícola, empezando por las negociaciones de tratados comerciales y nuestro liderazgo en la Organización Mundial del Comercio (OMC), pasando por el Programa Descubre y culminando con la atención en la crisis de la covid-19.
Tratados comerciales y OMC. El comercio internacional se rige por reglas y acuerdos entre los países, y Costa Rica ha construido a lo largo de las últimas décadas un liderazgo como nación respetuosa del derecho.
No es casual que estemos a las puertas de la OCDE. En materia agrícola, lideramos una propuesta ante la OMC para modificar el registro y notificación de los subsidios a la agricultura, con el fin de empezar a reducirlos de acuerdo con su impacto en el comercio: los que más afectan deben reducirse en mayor medida.
Según sus competencias, al Comex le corresponde liderar la negociación, siempre con participación del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) en el equipo y, por supuesto, en consulta con el sector productivo. Así, hemos logrado la negociación de una red envidiable de 16 acuerdos comerciales.
Como en toda negociación, en los acuerdos debe cederse y, por definición, no todas las partes quedan cien por ciento satisfechas. Sin embargo, se puede afirmar que, en una balanza, Costa Rica ha logrado negociar exitosamente el acceso de sus productos agrícolas.
Como no hay suficientes habitantes para consumir el café, el banano, la piña y todo lo que somos buenos produciendo, contar con acceso a más de 200 mercados, donde vive una tercera parte de la población mundial, es un éxito rotundo.
Solo en el 2019 exportamos más de 650 productos agroalimentarios a cerca de 200 países, por un monto aproximado a los $4.000 millones, una tercera parte de las exportaciones de bienes.
Por otro lado, hemos negociado largos plazos de desgravación de ciertos productos para permitir a los sectores prepararse para una mayor apertura.
El hecho de que exportemos cuatro dólares por cada dólar que importamos en agricultura habla por sí solo.
Programa Descubre. Dado que el frío no está en las cobijas —los problemas que aquejan al sector no vienen del comercio internacional—, desde el inicio de nuestra administración establecimos una política de desarrollo productivo mediante el Programa Descubre.
El programa está dirigido por el Comex, el MAG y la Procomer, e incluye la participación de entidades como la Universidad Earth, Cinde, el Instituto Nacional de Aprendizaje (INA) y el Sistema de Banca para el Desarrollo.
El programa se enfoca en la diversificación de las exportaciones agrícolas, la generación de conocimiento, la creación de empresas y la atracción de inversión para las zonas rurales.
Descubre promueve una agricultura exitosa, motor de desarrollo de la economía rural, garante del patrimonio natural y creadora de oportunidades para todos.
La productora de fresas con riego por goteo, el palangrero con un GPS, el mango deshidratado vendido en línea, la investigación de nuevos materiales, ¡esa es la agricultura moderna!
Sobra decir que un solo ministerio no puede atender todas las necesidades del agricultor exportador —ni de ningún otro exportador—, ya que se necesita el concierto de muchas entidades para alcanzar el máximo potencial.
Por ejemplo, debemos resolver asuntos como la inscripción de moléculas para agroquímicos, la brecha digital, el exceso de trámites, entre otras cosas. En todo eso trabaja el gobierno.
Covid-19. Comex, Procomer y Cinde se movieron rápidamente para atender el efecto de la covid-19 en nuestras exportaciones.
El 19 de marzo establecimos una mesa ejecutiva, en la cual un grupo de trabajo se dedica a los sectores más afectados, principalmente el agrícola y el alimentario.
Sin cesar, se hace un trabajo fino para encontrar, en los muchos mercados a los cuales tenemos acceso, opciones para nuestros productos.
Usando la tecnología, se prepararon seminarios en línea y reuniones virtuales que apoyan al sector. No queremos que se pierdan empleos.
Además, lanzamos un programa llamado Alivio para que 200 empresas con menos de 100 colaboradores reciban fondos no reembolsables de Procomer y Banca para el Desarrollo, así como apoyo del INA en el diseño de planes de reconversión.
El programa, de unos $8 millones, está dirigido a empresas agrícolas, alimentarias, manufactureras y de servicios.
El mercantilismo del siglo XVI promulgaba políticas proteccionistas de la economía para favorecer la exportación y desfavorecer la importación, pero los costarricenses sabemos que eso no solo nos limita, sino que atenta contra la seguridad alimentaria.
Claramente, los gobernantes costarricenses han construido una política de desarrollo que aprovecha la libertad que da el mercado y la seguridad que provee el Estado. Les debemos agradecimiento y reconocimiento.
La autora es ministra de Comercio Exterior.