Columnistas

Página quince: El gabinete de los prodigios del Dr. Del Toro

El cineasta ha cumplido su palabra a los monstruos que lo asediaban en las noches cuando era niño.

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En la idea que tenemos de lo monstruoso, campea la maldad en su forma más exagerada. El monstruo, asociado a la fealdad extrema y a la deformidad en su forma física o representación, se nos vuelve abominable y no tiene límite en su capacidad o posibilidad de hacer daño. Destruir, asolar, asesinar. “Monstruo”, decimos de un asesino en serie, de un descuartizador de niños, de un violador sin alma.








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