Obtener ascensos en las grandes empresas para nosotras las mujeres es tan difícil como alcanzar la cima del Everest. Se cuentan por millones las mujeres cuyas aspiraciones se ven frustradas.
De acuerdo con el informe “Brechas de diversidad en juntas directivas”, del Diligent Institute, del cual formó parte el Incae, solo el 27 % de los puestos en las juntas directivas a escala mundial están ocupados por mujeres. Aunque hubo un aumento de 4 puntos porcentuales desde el 2019.
Un estudio de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) mostró que las mujeres se encontraban agrupadas en funciones gerenciales en áreas como recursos humanos, relaciones públicas, comunicación, finanzas y administración. Por lo anterior, solo era posible ascender hasta cierto punto en la organización.
Retroceso para el sexo femenino
Durante la pandemia, se determinó que nosotras las mujeres ocupábamos el 70 % de los puestos sanitarios; sin embargo, en los cargos de liderazgo apenas alcanzamos el 30 %, dice un reporte de ONU Mujeres.
En el video, recreamos una situación —mediante la técnica del storytelling— con base en experiencias de algunas mujeres que han formado parte de juntas, comités o comisiones, donde no solo somos minoría, sino también a quienes, debido a los roles impuestos por la sociedad, se nos encargan las labores “secretariales”, soslayando nuestras capacidades para la toma de decisiones.
El cambio será posible cuando la sociedad sea consciente de que más mujeres en las juntas directivas, además de justo, aumenta la rentabilidad de las empresas.
Agradecemos a la Oficina de Divulgación e Información de la UCR y al decanato de la Facultad de Ciencias Sociales el préstamo del espacio para grabar el storytelling.