EscucharExiste en Costa Rica una creencia según la cual dependiendo del clima de los primeros días del año así pintará el resto de los meses. A juzgar por lo visto hasta ahora, suena que el ambiente político y económico será muy variado.
Empecemos por Estados Unidos. Un gran nubarrón se situó sobre la democracia de ese país, en forma de disturbios y la entrada al Capitolio de unos bandoleros.
Si bien durante el 2020 hubo muchas alteraciones del orden, las de esta semana se distinguieron porque fue el mismísimo presidente del país, quien, cuestionando los resultados de las elecciones, incitó a sus seguidores a presionar a los senadores con el fin de que no ratificaran la victoria de Joe Biden.
Como típico populista, Trump hace todo lo posible por aferrarse al poder. Es gracias a la fortaleza de la institucionalidad estadounidense que no le quedó otra que aceptar una transición ordenada. Eso sí, tan mal perdedor es que no atenderá la ceremonia de traspaso.
- El 2021 pinta muy gris para la economía costarricense y se vislumbran grandes posibilidades de tormentas.
El daño a la imagen, a la que se supone debe ser la democracia ejemplar para el resto del mundo, está hecho. De ahí que el 2021 pinte grandes nubarrones, no solo para el Estado de derecho en Estados Unidos, sino también para las demás naciones.
En Costa Rica, el gobierno sigue trastabillando en su propuesta de solución al problema fiscal. Un día un grupo de ministros dice que se propondrá aumentar el IVA al 14 % y gravar las transacciones financieras para que luego, ese mismo día, el de Hacienda lo desmienta.
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En lugar de aclarar cuál será la ruta para la resolución del principal problema económico del 2021, el gobierno más bien confunde. En vez de buscar soluciones por medio de una mejora en la eficiencia del gasto y la reactivación económica, insiste en elevar la carga tributaria.
Por eso, el 2021 pinta muy gris para la economía costarricense y se vislumbran grandes posibilidades de tormentas. Los rayos de sol que pintarían un mejor panorama para este año provienen de la vacunación contra la covid-19, que ya está en marcha en varios países.
La esperanza es que el tratamiento ayude a disminuir el número de contagios y muertes y que, a la vez, contribuya a reactivar la economía, para con ello salvar de la penuria a tanta gente.
Ahora bien, cuanto más rápido se vacune a las personas, más soleado será el 2021. Esperemos que así sea.
El autor es economista.
