El comercio internacional sufrió fuertes disrupciones en los últimos tiempos. Tras el surgimiento de la pandemia, el año pasado, las cadenas de logística resultaron seriamente afectadas. Fueron muchas las fronteras cerradas temporalmente.
Al volver a abrirlas, lo hicieron definiendo protocolos sanitarios estrictos, que alargaron los tiempos de transporte y encarecieron el costo de los fletes.
Con la recuperación de la economía mundial, pero especialmente de la china, se produjo una escasez de contenedores en ciertas rutas de comercio, con el consecuente atraso y costos adicionales.
Al atascarse un enorme barco de carga en el canal de Suez, no solo quedaron varados los 20.000 contenedores que transporta el barco Ever Given, se formó una gran presa de otros que trasladan mercancía y materias primas de Asia y el golfo Pérsico hacia Europa, y viceversa.
Esto significa retrasos y gastos adicionales, incluso un posible desabastecimiento, especialmente de combustibles en Europa, si la operación de desatasco toma mucho tiempo.
Los países deben prepararse para un aumento de posibles disrupciones en el comercio internacional. Para disminuir el impacto de los altos costos y tiempos de transporte, cada vez más empresas multinacionales procuran producir parte de sus productos finales en un lugar que esté lo más cerca posible del país donde más venden. En nuestro caso, la cercanía con Estados Unidos nos genera una ventaja competitiva sobre los países asiáticos.
El encarecimiento de los bienes importados es una oportunidad para aumentar la producción nacional y abastecer el mercado local.
En el Día Nacional de la Empresa Privada, la Uccaep presentó 22 propuestas de reactivación económica al gobierno. La mayoría enfocadas a mejorar el ambiente para que más empresarios decidan invertir y producir en el país.
Entre ellas, resalto algunas que podrían servir para aprovechar las oportunidades del nearshoring y de sustitución de bienes importados: reducir los costos de empezar y operar un negocio, racionalizar las cargas sociales sobre los salarios, simplificar los trámites, promover clústeres basados en cadenas de valor estratégicas y en alianzas público-privadas, impulsar la generación distribuida, fomentar la inversión extranjera en zonas rurales y generar las condiciones para el desarrollo de la 5G. Ahí están las ideas. Falta que el gobierno las ejecute.
El autor es economista.