Columnistas

La maldad y el efecto lucifer

Pequeñas gotas de veneno carcomen la rutina de los seres humanos

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A la gente, en general, le desagrada pensar y, menos, razonar. Hannah Arendt escribió en 1978, en su obra La vida del espíritu: “No hay pensamientos peligrosos; el pensamiento es peligroso“. Me gusta creer que las personas rehúyen el riesgo y por eso evitan reflexionar. De vez en cuando soy optimista, pero no mucho.








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