Columnistas

Exilio voluntario

Exiliado encierran tragedias, situaciones límites, vidas amenazadas

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El otro día tuve la oportunidad de conversar con un exilado nicaragüense, uno de los cientos que la dictadura de Ortega-Murillo metió a la cárcel por años y luego, un buen día, puso en un avión, lo desterró, le quitó la nacionalidad, borró toda traza de él del Registro Civil y, al hacerlo, le confiscó propiedades y cuentas bancarias (si una persona no existe, nada le pertenece). Me contó sobre su rutina en la cárcel, sobre ver a otros presos sufrir y morir, y sobre los carceleros y torturadores. Hablamos sobre su vida en el exilio, lejos del país que ama.








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