¿Será capaz Costa Rica de construir el tren eléctrico metropolitano? Aunque este gobierno quiere darle un empujón decisivo al proyecto, hay razones para dudar.
El sueño de ver una locomotora aerodinámica y cómoda cruzando los cantones de la GAM es casi tan viejo como la idea de reordenar el servicio público de autobuses.
Imagínese a usted viajando en uno de los vagones a una velocidad constante, sin presas, sin bloqueos por huelgas, sin choques, sin huecos, sin quiebraventanas…
No hay duda de que uno de los beneficios asociados al tren eléctrico es su impacto positivo sobre la calidad de vida de usuarios y no usuarios.
Sacar a 63.000 viajeros al día de las calles de San José, Alajuela, Heredia y Cartago no solo ayudaría a descongestionar las vías, sino también a crear una nueva cultura de movilidad urbana.
De hecho, el plan representa una oportunidad de oro para sincronizar el tren con el servicio de buses y taxis, y para habilitar mejores espacios para ciclovías, pasos peatonales y áreas públicas.
La semana pasada, la primera dama, Claudia Dobles, anunció el inicio de los estudios de factibilidad del proyecto con la intención de dejarlo adjudicado antes de que acabe esta administración.
Sin embargo, ella misma ha sido muy comedida a la hora de dar plazos para un posible arranque de obras para no crear falsas expectativas.
Y es que este proyecto, valorado en $1.235 millones, ahora deberá enfrentarse a todas las trabas y zancadillas que ya lo han descarrilado antes.
La tramitomanía, los kilométricos concursos públicos y las interminables apelaciones representan un reto para una iniciativa de tal envergadura.
Pero también se enfrentará a los tradicionales enemigos del tren y al cálculo político que, indudablemente, ya han metido su mano peluda en el pasado.
Y, por supuesto, no faltarán los resentidos sociales, los cabezas calientes y los profesionales de la protesta, que intentarán cumplir con su ritual sagrado: fastidiar.
Ojalá el país derrote a los monstruos que impiden su desarrollo para que, algún día, los costarricenses podamos tener servicios de primer mundo y una mejor vida.
Ronald Matute es jefe de Información de La Nación.