En la Ceiba de San Isidro, provincia de Alajuela, a dos kilómetros del parque central, hay una recta de unos 200 metros, por la que algunos conductores irresponsables transitan a velocidades de más de 50 km/h. El problema se agrava porque pasan enfrente de la escuela Timoleón Morera Soto. Por accidentes anteriores y por seguridad de los alumnos, fue colocado un semáforo, pero las luces del sentido sur–norte no funcionan.

¿Esperan el lamentable atropello de un niño? La reparación no les tomará más de media hora o, lo que sería más eficaz y permanente, coloquen un reductor de velocidad.

Valentín Jiménez Morera, Alajuela

Imposición inaceptable

En los países democráticos nadie está por encima de la ley, y mucho menos en el nuestro, que está agobiado por una grave crisis presupuestario. Urge que el sector público contribuya a hacer frente a esta problemática, por tanto, no es aceptable que el Poder Judicial, las universidades y las municipalidades, que ni son soberanos ni autónomos, se nieguen a ser incorporados en los proyectos de ley tendentes a aliviar la emergencia financiera nacional.

Rigoberto Prendas Vargas, Guápiles

Citas en la CCSS

Una garantía social de gran valor es el seguro social. Sin embargo, es común hablar sobre la extensa espera y la paciencia que debemos tener si queremos conseguir una cita en algún hospital. Hay casos de casos, pero es criticable que a ciudadanos con dolencias de consideración les asignen la atención para lustros en el futuro.

Mientras tanto, se le pide a Dios paciencia, porque a veces no la hay, ya que deben soportarse los dolores o las molestias que nos aquejan. El derecho humano a la salud, contemplado en los artículos 21, 46, 50 y 73 de la Constitución, está de adorno y esto nos lleva a buscar opciones privadas, pero, aun así, a veces la espera se repite, y uno piensa que el juramento hipocrático se les olvida porque solo desean el dinero.

Mauricio Murillo Cortés, Grecia

Tradición católica

Fervientemente, el público católico volvió a los templos el miércoles de ceniza para dar dio inicio a la Cuaresma, tiempo de preparación para la pasión, muerte y resurrección de Cristo.

Es tiempo de recuperar las tradiciones y solemnidades de la Semana Santa, las cuales fueron salpicadas el año pasado por el cierre que impuso el ministro de Salud, Daniel Salas, en contra de la fe y el fervor católicos; aunque para muchos otros sea sinónimo de vacaciones, relajación y licor.

La Conferencia Episcopal se deja intimar por los jerarcas de salud y acepta de buenas a primeras la suspensión de las procesiones y demás actos religiosos, privando a miles de fieles católicos de las tradiciones.

Hay actividades de mayor riesgos y exposición al coronavirus, como la presencia de público en los estadios de fútbol, que muy pronto se reanudarán por intermedio de la Unafut.

Lo más reprochable es la pasividad que muestran los líderes católicos, quienes se dan por vencidos y no luchan para que regresen las procesiones y demás jornadas, símbolo de espiritualidad de nuestra población católica, más allá de religiosidad.

José Rugama Hernández, San José

Propaganda sindical

Quisiera saber cuánto nos está costando a los costarricenses la publicidad de los sindicatos para tratar de convencernos de que todos los empleados públicos son policías que ganan salarios bajos y que la CCSS es una gran institución de las pocas en este país gracias a ellos, aunque sabemos que es todo lo contrario. Dejen de defender lo indefendible.

Teresita Valerio Chaves, Heredia

Preocupación insólita

Muy preocupada, la Compañía Nacional de Fuerza y Luz, por la baja en el consumo de electricidad en mi casa, envió a uno de sus inspectores a averiguar cuál era el motivo.

Le expliqué que la razón es muy sencilla: estamos comprando mensualmente a una empresa, dedicada a brindar el servicio de comida preparada. Curiosamente, las ocasiones en que he experimentado excesos injustificados de consumo, el inspector no se ha acercado a la vivienda, con la misma prontitud y diligencia, a investigar las razones del alza.

Lilliana Cavero Araya, Tibás

Varios días sin señal

Soy clienta de Cablevisión y desde el miércoles 24 de febrero no tenemos señal de cable. En el 1119 me indicaron que se trata de una avería en mi comunidad y que los técnicos están trabajando en ello; sin embargo, externo mi molestia por la inoperancia, pues no se han tomado la molestia de informarme durante cuánto tiempo más estaré sin servicio.

Si yo no pago la factura a tiempo, llaman repetidas veces, pero a la empresa les importan poco sus clientes y no se esmera para que el servicio sea restablecido lo más pronto posible.

Xiomara Oviedo Cerdas, San José