Una fresa fue la causante de la sensación en que se han convertido las pulseras con 'charms', tanto para mujeres que no pueden dejar de adquirir nuevos integrantes para su colección como para los hombres aliviados de encontrar un regalo que es un éxito seguro para sus hijas, amigas, esposas, madres o parejas. Esa fue la forma que tuvo el primer dije creado por la pareja de orfebres danesa Per y Winnie Enevoldson, en 1982.