Trabajadores franceses e italianos soportan atascos o trenes abarrotados y pocas veces puntuales en las horas punta para viajar al principado, donde los precios habitacionales son los más altos del mundo.
Trabajadores franceses e italianos soportan atascos o trenes abarrotados y pocas veces puntuales en las horas punta para viajar al principado, donde los precios habitacionales son los más altos del mundo.