El esposo por 70 años de la reina Isabel II cosechó fama de indiscreto, imprudente y hasta de mujeriego, pero se granjeó el afecto de los suyos como un hombre cariñoso, amable y cada vez más sabio, conforme su vida avanzó hasta morir a sus 99 años.
El esposo por 70 años de la reina Isabel II cosechó fama de indiscreto, imprudente y hasta de mujeriego, pero se granjeó el afecto de los suyos como un hombre cariñoso, amable y cada vez más sabio, conforme su vida avanzó hasta morir a sus 99 años.