En 1971, los carretones se aferraban tenazmente a su vida carretoneril. Es más, aumentaban en número y en gravedad siempre que se propalaban rumores de que se les va a otorgar una indemnización.
En 1971, los carretones se aferraban tenazmente a su vida carretoneril. Es más, aumentaban en número y en gravedad siempre que se propalaban rumores de que se les va a otorgar una indemnización.