Por más de dos décadas, en el sótano del quiosco del Parque Central de San José, miles de niños encontraron un sitio perfecto para disfrutar de la literatura y así ha quedado retratado.
Por más de dos décadas, en el sótano del quiosco del Parque Central de San José, miles de niños encontraron un sitio perfecto para disfrutar de la literatura y así ha quedado retratado.