El whisky habría sido comprado en Panamá por un costarricense de apellido Vargas, quien contrató con el capitán de ese barco, un hombre de apellido Cristiansen, preso en la cárcel de Heredia.
El whisky habría sido comprado en Panamá por un costarricense de apellido Vargas, quien contrató con el capitán de ese barco, un hombre de apellido Cristiansen, preso en la cárcel de Heredia.