El Banco Hipotecario de la Vivienda (Banhvi) reduciría la entrega de bonos comunales o colectivos durante el próximo año en caso de sufrir problemas con su presupuesto.
En este momento, el Ministerio de Hacienda urge a todas las instituciones del Gobierno Central a ejecutar recortes en sus planes de gastos, con el fin de limitar el crecimiento del Presupuesto Ordinario para el ejercicio económico del 2016, que presentará ante los diputados este 1.° de setiembre.
Las limitantes se deben a la situación crítica que enfrenta el erario, según el Poder Ejecutivo, con un déficit entre sus ingresos y sus gastos del 5,7% del producto interno bruto (PIB), a diciembre del 2014.
El Gobierno también pretende enviar un mensaje de austeridad al Congreso para que apruebe sendas reformas a los impuestos de ventas y sobre la renta, encaminadas a que Hacienda recaude ¢600.000 millones adicionales cada año, para mitigar el déficit.
¿Crecimiento suficiente? El presupuesto del Banhvi crecerá para el año entrante en más de ¢14.700 millones, detalló Rosendo Pujol, ministro de Vivienda y Asentamientos Humanos (Mivah), en una entrevista con La Nación el pasado 10 de agosto.
Los recursos del Banco pasarían de los ¢90.226 millones aplicados para el 2015, a ¢105.000 millones solicitados para el 2016, comentó el ministro.
Pujol, quien preside la Junta Directiva del Banhvi, indicó este miércoles que el aumento era esperable para esa entidad.
No obstante, declinó brindar detalles sobre si el presupuesto sería suficiente para cubrir todos los programas y gastos proyectados para el próximo año.
“(...) Solamente podría verse afectada (la entrega de) los bonos colectivos”, enfatizó, al recordar que el presupuesto del Banhvi es aprobado con una fórmula definida por ley (normativa del Fondo de Desarrollo Social y Asignaciones Familiares, Fodesaf).
Por ejemplo, en junio anterior, el Mivah sacó a concurso los proyectos que tienen los barrios para mejorar parques, canchas, ciclovías u otros, con énfasis en los de índole deportiva, para ser financiados con bonos comunales.
El fin de esa ayuda es mejorar el entorno donde habitan las personas, en especial quienes viven en comunidades en riesgo social.
La cartera adelantó que el costo de cada una de esas iniciativas comunales debía estar entre los ¢500 millones y los ¢700 millones, además de contar con el aval de la respectiva municipalidad.
En marzo pasado, el presidente Luis Guillermo Solís inauguró obras de este tipo en Cieneguita de Limón, las cuales representan una inversión de ¢1.424 millones.
Metas en vivienda intactas. Sobre los bonos que entrega el Gobierno a las familias para la construcción de viviendas, el ministro Pujol aseguró que la meta de la administración Solís Rivera se mantiene pese a la difícil situación fiscal que afronta Hacienda.
“No hay ningún recorte en la entrega de bonos de vivienda ante la situación fiscal del país, ni a la luz de ese incremento (en el presupuesto del Banhvi)”, indicó.
Esas circunstancias, empero, cambiarían en caso de que el precio de las casas suba durante el 2016, advirtió el jerarca.
Pujol afirmó que su cartera se enfoca en negociar con los constructores de proyectos habitacionales para que adapten las viviendas a las dimensiones, acabados, materiales y costos que vayan acorde a las necesidades de las familias costarricenses.
Al pasado 15 de julio, habían sido entregados 12.026 bonos.