EscucharLa calidad de la gasolina regular distribuida por Recope presenta un “deterioro progresivo” que puede afectar el desempeño de los motores, sobre todo, para obtener mejor potencia en la aceleración, descubrió un examen de laboratorio ordenado por la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep).
El estudio indica que en esta semana han detectado que los parámetros de calidad “se encuentran debajo del límite permitido” por normas internacionales.
Por esa razón, el intendente de Energía de Aresep, el economista Mario Mora Quirós, demandó al presidente ejecutivo de la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope), Juan Manuel Quesada Espinoza, entregar un informe técnico que “explique las causas del deterioro” en la calidad de la regular y un plan de acción y medidas correctivas.
Quesada, quien también fue intendente de Energía entre 2012 y 2016, tiene tres días hábiles para responder.
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Vista de tanques para almacenamiento de combustibles en el plantel de Recope en el Alto de Ochomogo (Cartago). Fotografía: (Rafael Pacheco Granados)
El pedido consta en el oficio OF-0585-IE-2023 enviado este 14 de junio donde Mora Quirós advierte que las pruebas determinaron que “durante las últimas semanas se han identificado estaciones de servicio que han presentado resultados próximos a la no conformidad de especificación físico-química de la gasolina regular”.
El problema está con una característica llamada curva o punto de destilación vinculada a la temperatura a la cual el combustible debe evaporarse para generar un rendimiento ideal del motor y prevenir un exceso en el consumo de carburante.
Normas de calidad que aplica el país y acepta Recope indican que el rango de volatilidad debe ser a una temperatura de 77 grados centígrados (°C) como mínimo y 121 °C como máximo. Esta semana, esa temperatura dio un registro inferior a 77°C durante los análisis.
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Durante el 2022, según dice el Manual de Productos 2023 de Recope (página 14), la temperatura de ebullición (volatilidad media) fue de 92,2 °C. Sin embargo, en sus planteles de Moín (en Limón) y Barranca (Puntarenas) cayó a 77 °C este mes luego de que ambos registraban promedios de 93 °C el año pasado.
El plantel de El Alto, en Ochomogo, Cartago, también evidencia deterioro en la calidad, pues bajó de 92 °C el año pasado a 80 °C ahora. Las mismas temperaturas de repiten en el de La Garita, en Alajuela.
Aresep advierte que la misma situación se da con la gasolina súper “pero no tan pronunciada como para comprometer” lo que ordenan las normas de calidad.
La prueba a la gasolina se hace tomando 100 mililitros que se someten a calor hasta hacerla ebullir. El 50% de la muestra debe presentar una temperatura de ebullición comprendida entre los 77 °C y los 121 °C. Ese rango “asegura una máxima potencia durante la aceleración”.
Así lo indican el Reglamento Técnico Centroamericano (RTCA) 75.01.19:19 y el Manual de Productos 2023, de Recope, en su página 14.
Recope no refina, sino que compra productos ya terminados en Estados Unidos (97%); Antillas Holandesas, Trinidad y Tobago, Guatemala y Países Bajos. El Programa de Evaluación de la Calidad de los Combustibles, de la Aresep, es el que fiscaliza su calidad.
Los análisis los hace, por medio de un contrato, el Centro de Electroquímica y Energía Química (Celeq), de la Universidad de Costa Rica, el cual opera como regulador para las auditorías de calidad en los carburantes que procesa Recope.
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Gasolineros aliviados
José Miguel Masís Aguilar, director de la Cámara de Empresarios del Combustible, confirmó este jueves que en los últimos días las estaciones de servicio afiliadas empezaron a recibir convocatorias del Celeq, pero no sabían para qué eran.
En un principio, supusieron que podría tratarse de algún problema en las mismas estaciones.
“Al final, la propia Aresep nos envió un oficio este miércoles 14 donde confirmó que la situación no tenía relación con aspectos de calidad de las estaciones. El documento nos aclaró que el asunto provenía de la operación en los propios planteles de la Refinadora”, afirmó.
La gasolina, sea regular o súper, es una mezcla de hidrocarburos relativamente volátiles, incluidos alcanos, cicloalcanos, alcoholes y aromáticos. Suele contener más de 150 productos químicos que pueden variar, según sean las especificaciones para su destilación a partir del petróleo.
La regulación que especifica el RTCA precisa estándares para uso automotriz debido a su particular composición.
“Este tipo de incumplimiento debe tomarse en cuenta porque el producto sí ha tenido sustancias volátiles en exceso que no debían estar allí conforme la norma. Esto tiene que ver con el funcionamiento del motor y el rendimiento porque puede generarse más consumo”, declaró Masís.
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