Voceros de sectores comerciales y empresariales lamentaron este martes la poca claridad sobre los racionamientos eléctricos que el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) anunció este 6 de mayo.
Los cortes de luz podrían iniciarse este viernes 10 de mayo, como indicó este martes Eric Bogantes Cabezas, regulador general de los servicios públicos, luego de reunirse con autoridades del Instituto y de otras distribuidoras de energía.
No obstante, el Instituto se abstuvo de brindar información, este martes, sobre el encuentro y sobre los eventuales cortes. La Nación consultó a la entidad al respecto, pero se limitó a responder: “Nos comunicaremos lo antes posible para acordar fecha y hora”.
Mientras tanto, la inquietud empezó a asomarse.
La Cámara Nacional de Comerciantes, Detallistas y Afines (Canacodea) afirmó que los eventuales cortes suponen una crisis para empresarios que manejan cadenas de frío para carnes, leche y muchos alimentos básicos más de tipo perecedero. Medicamentos, vacunas en farmacias y en veterinarias también se verían expuestas a dañarse, indicó el grupo.
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“La imprecisión puede redundar en pérdidas económicas, para su negocio y en eventuales daños para la salud pública. No es suficiente decir que se corta la electricidad y aquí no pasa nada”, indicó Gerardo Araya, presidente de la Cámara, quien declaró que no es de recibo lo que calificó como una escueta información del ICE, ya que su responsabilidad es la planificación estratégica.
En el mismo sentido se pronunció Mauricio Rodríguez Sánchez, presidente de la Cámara Costarricense de Restaurantes y Afines (Cacore), al señalar que hay preocupación entre sus afiliados pues dos horas a oscuras podrían ser dañinas para los ingresos de restaurantes y sodas. Si el racionamiento es a mediodía o al cierre del día, la afectación sería grande.
Lo que más inquieta a Cacore es la enorme penetración de sodas y restaurantes de todo el país cuyas actividades arrancan en horarios nocturnos o de madrugada y que, si son afectados por un corte de luz, dañarán la generación de ingresos del resto del día.
“Hay panaderías que inician a las 3 a. m. y otros establecimientos también de madrugada. Esto será un dolor de cabeza a todos y una situación muy delicada porque no tenemos claro nada en este momento”, explicó.
José Quesada Arrieta, presidente de la Asociación de Bares, Restaurantes y Afines (Asobarest) lamentó el anuncio del ICE porque, advirtió, esa autoridad debió primero alertar y coordinar con los sectores productivos y económicos para producir menos afectación.
“Si las decisiones se toman como en la pandemia, sin tomar en cuenta a los sectores, siempre será mayor el impacto. Aquí no hay claridad de los racionamientos y así no es posible planificar”, declaró.
Plantas apagadas
Por su parte, la Unión Costarricense de Cámaras y Asociaciones del Sector Empresarial Privado (Uccaep) calificó de injustificable en esta coyuntura que existan plantas de generación privada desconectadas del sistema eléctrico nacional en vez de aprovecharlas.
Ese mismo clamor también lo expresó la Asociación Costarricense de Productores de Energía (Acope), la cual insistió en que sigue sin renovarse el contrato a la hidroeléctrica El Ángel (en Cinchona de Alajuela), cuyo acuerdo comercial con el ICE expiró en noviembre de 2021.
La planta El Embalse, localizada en San Carlos, también está desconectada desde noviembre de 2022 y lo mismo las plantas Poás I y II a las cuales se les venció el contrato con el ICE en setiembre de 2020 y julio del 2021, respectivamente.
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“Solicitamos a las autoridades de ICE que ante esta situación de crisis energética, incorporen a la máxima brevedad la energía de las plantas privadas con energía limpia y barata que se mantienen desconectadas”, declaró la Asociación.