Texto original publicado por La Nación el 7 de agosto de 1971.
Dos pozos abiertos en la finca Socorrito de El Roble y la instalación de tres bombas impulsoras es la solución inmediata para remediar el problema de la escasez de agua en Puntarenas, nos informó el Ing. Luis Diego Bolaños, subgerente del Ferrocarril Eléctrico al Pacífico.
Actualmente, entran 75 litros de agua por segundo a Puntarenas, o sea que ha aumentado en 25 litros por segundo el caudal de agua, gracias a la apertura de dos pozos en la Finca Socorrito, si se toma en cuenta que antes el caudal era de 50 litros por segundo.
Este problema se resuelve gracias a la adquisición de una partida de ₡300.000 tomada de un presupuesto extraordinario de la Asamblea Legislativa, y de la labor conjunta del Ferrocarril Eléctrico al Pacífico, la municipalidad de Puntarenas y el S.N.A.A. concluyó informándonos el Ing. Bolaños.
En otras noticias:
Detenida peligrosa traficante de marihuana
Una mujer de apellido Ramírez, vecina de Barrio México, fue capturada ayer por una patrulla de la Dirección de la Guardia Rural cuando intentaba deshacerse de 250 cigarrillos y doce libras de marihuana “en rama”.
El arresto de esa mujer es la culminación de una encuesta que duró varias semanas. La sospechosa fue seguida durante numerosos viajes entre San José y Golfito.
Durante los últimos dos meses, la mujer viajó con “una cola” que no advirtió. Anteayer efectuó su último viaje para proveerse de la droga para vender en esta capital. La mayor parte de los clientes de la traficante sin menores de edad, según dijo la policía.
Ola de secuestros en Guatemala
Las fuerzas de seguridad liberaron a un banquero secuestrado por extremistas de izquierda, pero continuaba buscando ayer a otro influyente financiero, que aparentemente ha caído en manos de una organización subversiva siimilar.
En fuentes allegadas a la familia del banquero y político Roberto Alejos, se dijo que se continúa sin saber cuál es el paradero del influyente financiero.
Se había dicho ayer que los secuestradores reclamaron un rescate de 500.000 dólares, el mayor que se haya pedido por un ciudadano guatemalteco.