La planta hidroeléctrica Jorge Manuel Dengo, ubicada en Carrillos de Poás, Alajuela, volverá a operar a mediados de enero del 2020, dos años y cuatro meses después de que una cabeza de agua inundara la casa de máquinas y la afectara completamente.

Así lo confirmó la Empresa de Servicios Públicos de Heredia (ESPH), que detalló que todos los florenses que cuentan con electricidad suministrada por la institución se verán beneficiados.

José Francisco Hidalgo, director de Energía de la entidad, manifestó que la capacidad de la planta pasará de 2,5 megawatts de producción a 4,2 megawatts, lo cual equivale a la energía que consumen 4.200 hogares.

“El proyecto requería una modernización, ya que las posibilidades de mantener los equipos eran complicadas. Hicimos un análisis de costo y era viable, por lo que nos dimos a la tarea de ejecutar el proyecto. Con esto logramos aumentar la capacidad de producción a un costo mucho menor que cuando se inicia desde cero, por todos los estudios que se requieren”, explicó Hidalgo.

El funcionario precisó que en total se invirtieron $6,2 millones, una parte financiada por la empresa y la otra con un préstamo bancario. Pese a que el plazo para cancelar la deuda es de 15 años, se prevé que en cuatro la iniciativa sea más rentable.

Asimismo, con la modernización, el kilovatio hora generado pasará de ¢48 a ¢40, lo cual beneficiará a los clientes en el pago de sus recibos.

“Esto le va a dar mucha fluidez a las condiciones de negocio y los 89.000 clientes que tenemos verán una mejora sustantiva al entrar en operación la planta”, mencionó Hidalgo.

Por su parte, Allan Benavides, gerente general ESPH, aseguró que la institución no podía dejar de lado la historia de la planta Jorge Manuel Dengo, la cual entró en funcionamiento en 1951 y fue la primera construida por costarricenses.

Además, destacó que este proyecto es el reflejo de que ellos venden más que energía eléctrica.

“Vendemos calidad de vida, desarrollo y prosperidad. Cada vez que invertimos en plantas se da un beneficio en las tarifas”, comentó.

Anegación

El 22 de setiembre del 2017, en la noche, una cabeza de agua inundó la casa de máquinas de la planta, alcanzando un metro de altura en el centro de control y un metro y medio en las turbinas de generación.

El personal activó los protocolos establecidos y se puso a salvo, pero los daños materiales fueron cuantiosos.

La situación se agravó por un terraplén en la parte montañosa al costado norte de la planta. La estructura del edificio soportó la fuerza del agua, pero el equipo eléctrico sufrió pérdidas totales que dejó a la generadora fuera de servicio.