A sus 86 años, Evangelina López Guzmán libra una dura lucha judicial en varios países para reclamar la mitad de los bienes producto del matrimonio con Miguel Zaragoza.
Entre las más de 100 empresas de la pareja figura Gas Zeta, que hasta el año pasado tenía el 70% de ese mercado en Costa Rica.
"Yo lo único que busco es que me den lo justo. Lo que me pertenece. Por 62 años de casada, que me den lo que me pertenece y que él tenga su mitad y haga lo que quiera", dijo la mujer.
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López llegó a Costa Rica el domingo para ponerle rostro a la lucha judicial que emprendió y que en el país cobró relevancia el año pasado, por el desabastecimiento que produjo el pulso entre los representantes que defienden sus intereses y los que defienden los de su esposo.
López y Zaragoza se separaron en el 2009, pero ella decidió divorciarse el año pasado. Desde entonces, dice, ha sido imposible alcanzar algún acuerdo con su exesposo.
A López la acompaña una de sus hijas y su yerno, quien durante 20 años ha comandado la gasera en Costa Rica. Un grupo de abogados, relacionistas públicos y hasta guardaespaldas, también la acuerpan.
Según dice, en este momento ella no tiene bienes y reside en Texas, Estados Unidos, con la ayuda de tres de sus once hijos. Son ellos lo que velan por sus necesidades, desde medicinas hasta un vehículo.
Su divorcio se resolvió en noviembre del año pasado, pero aún la división de bienes no se ejecuta. Una de las mayores trabas está en Costa Rica.
"Lo que me tiene aquí es defender mis derechos", manifestó.
De su matrimonio y las dificultades vividas por supuestas infidelidades, prefiere no hablar. Ella asegura que era muy feliz y siempre fue muy cercana a la Iglesia católica. En su pecho cuelga una medallosa de la Virgen de Guadalupe.
Tampoco habló de la fortuna que reclama. "De la fortuna no le puedo decir, solo él sabe", manifestó.
López recibió a La Nación este mediodía, en una sala del hotel Grano de Oro, en San José, luego de presentar nuevas gestiones judiciales ante la Sala Constitucional y la Corte Plena.