El pasado 21 de noviembre, la Contraloría General de la República (CGR) comunicó al Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) la decisión de suspender, sin goce de salario, por un mes a Gerardo Oviedo Espinoza, alcalde de Santa Ana, por irregularidades relacionadas con el traslado de fondos públicos al Municipal Santa Ana, equipo de fútbol que juega en la Liga de Ascenso.
Una investigación de la Dirección Jurídica de la CGR estableció que el jerarca municipal y seis miembros del Comité Cantonal de Deportes y Recreación de Santa Ana transfirieron ¢15 millones a la Asociación Deportiva Municipal Santa Ana, una organización de carácter privado, para el pago de cargas sociales relacionadas con la contratación de jugadores.
Las transferencias, según el órgano contralor, se realizaron entre el 2018 y el 2020, años en los que el equipo de fútbol era presidido por Manuel Solís Vargas, funcionario de la Municipalidad de Santa Ana desde el 2007 y chofer del alcalde.
Meses atrás, la Contraloría ordenó al alcalde y a los miembros del comité cantonal de deportes devolver, en conjunto, los ¢15 millones a las arcas municipales. En setiembre anterior, Oviedo Espinoza asumió el reintegro completo del monto. Aunque impugnó la sanción pero la gestión fue rechazada por la Contraloría.
La Nación intentó conocer la posición de Oviedo sobre la ratificación del castigo, pero el jerarca municipal no respondió las llamadas realizadas a su teléfono celular. La oficina de prensa del ayuntamiento informó el lunes que el político está fuera del país y no saben cuándo regresará.
En setiembre, este diario le envió un correo con preguntas sobre este tema, pero tampoco se obtuvo respuesta. Entre las interrogantes están por qué tomó la decisión de reintegrar por completo el dinero y exonerar a los integrantes del Comité y de dónde sacó los recursos económicos para el reintegro.
Infracción grave
Luego de la comunicación de órgano contralor al TSE, ahora se debe notificar al Concejo Municipal para ejecutar la sanción.
La falta cometida por el político y las autoridades del Comité fue calificada por el órgano contralor como una infracción grave. Se hizo énfasis en que los responsables sabían que no se pueden asignar fondos públicos a asociaciones deportivas, sino que la colaboración se debe limitar a la donación de equipos y otros similares.
Un agravante que se comprobó fue que la Asociación Deportiva Municipal Santa Ana carece de una declaratoria de utilidad pública, requisito fundamental para recibir ayudas.
“Resulta improcedente que los comités cantonales de deportes y recreación realicen transferencias de dinero a las asociaciones deportivas, por cuanto no existe ninguna normativa dentro del ordenamiento jurídico que así lo faculte”, indicó la Contraloría.
Viaje al Mundial
En enero anterior, el alcalde rechazó cualquier vínculo con la Asociación Municipal Santa Ana y negó haber recibido beneficios económicos o en especie de esa organización.
No obstante, los registros de la Dirección General de Migración y Extranjería demuestran que, el 20 de noviembre del 2022, salió del país junto a su chofer. Ambos regresaron el 3 de diciembre de ese mismo año. Al ser consultado sobre la razón del viaje respondió que fue para ver los juegos de la Selección Nacional de Fútbol en el Mundial Qatar 2022.
Oviedo Espinoza admitió que viajó a Qatar con el grupo de dirigentes de fútbol invitados por la Liga de Ascenso, pero aseguró que él pagó casi $8.000 por sus gastos y prometió entregar comprobantes bancarios.
Para tratar de demostrar su versión, remitió a este diario, vía mensajes de texto, tres fotografías de depósitos por $700, $1.900 y ¢3,2 millones a favor de la Liga de Ascenso, pero los comprobantes indican que el depositante fue Manuel Solís Vargas, de 53 años, chofer del alcalde y presidente del Municipal Santa Ana.
Sobre ese aspecto, Oviedo aseguró que el depositante fue su chofer porque él no podía ir al banco a realizar las gestiones y agregó que “casi no usa” las sucursales bancarias electrónicas. “Es la verdad, no tengo otra manera de demostrarlo, yo estoy siendo muy transparente”, enfatizó el político.
Los comprobantes bancarios demuestran que los depósitos fueron realizados en horario laboral, es decir, el alcalde le pidió a su subalterno hacerle favores personales mientras cumplía sus funciones remuneradas por el ayuntamiento.
“Bueno, diay... Yo lo mandé, lo mandé a él a pagármelo, diay... ¿Qué puedo hacer? (...) Si eso es un error, entonces yo acepto que fue un error”, manifestó el alcalde sobre esa acción.