Seis adultos mayores, entre los 68 y los 94 años, eran el objetivo de aquel arriesgado viaje en panga a través del caudaloso Parismina.
El recorrido, que comenzó en las primeras horas del miércoles 24 de febrero, tenía como destino varios caseríos muy alejados del cantón de Siquirres, Limón, en donde viven estos señores, todos con dificultades para movilizarse por sus propios medios.
A la otra vera del río, esperaban Odilie Cisneros Cisneros, de 94 años, la mayor del grupo. En su casa también aguardaba Remigia Sánchez Castillo, de 89 años.
Más allá, Blanca Villegas Córdoba, de 85, Juan Corea Guadamuz, de 78 años y Virginia Cambronero Cambronero, de 72.
El más joven de todos, Franklin Guillén Salazar, de 68 años, también esperaba al equipo del Centro de Atención Integral en Salud (CAIS), de Siquirres.
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El grupo lo integraban el geriatra Gustavo Acuña, la enfermera Mildred Garza Jiménez, el técnico de redes Anthony Ramírez Gordon, y tres asistentes técnicos de atención primaria en salud (Ataps): Jhonny Herrera Romero, Jonathan Aparicio González y Andrés Salas Miranda.
El chofer, Melvin Gómez, se quedó al otro lado, cuidando el vehículo institucional que los movilizó durante la primera parte de su travesía.
Este personal caminó una hora desde donde los dejó el vehículo, para subirse a la panga que los trasladó hasta su destino.
Antes de las diez de la mañana del miércoles, el equipo llegó a la humilde casa de Odilie Cisneros, rodeada toda de una exuberante naturaleza. Ahí le pusieron la primera dosis para protegerla del SARS-CoV-2, el coronavirus que ocasiona la covid-19.
“Fue un día maravilloso, lleno de retos y vivencias que se quedarán con uno para siempre. Uno de los compañeros Atap hacía de baquiano, los otros lo seguíamos porque teníamos la certeza de que con él no habría pérdida.
“Una vez que llegamos a los hogares de los pacientes, sentimos que todo esfuerzo valió la pena”, dijo la coordinadora de Enfermería del Área de Salud de Siquirres, Mildred Garza Jiménez.
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“Estamos satisfechos porque seis pacientes con enfermedades crónicas y que están dentro del grupo de los segundos a vacunar ya recibieron la primera dosis.
“Hoy la Seguridad Social brilla, resplandece y demuestra de qué está hecha; está compuesta de rostros humanos que se entregan sin peros al trabajo”, dijo Tania Ching Chang, directora médica del CAIS de Siquirres.
La participación del geriatra Gustavo Acuña durante esta visita fue muy importante, pues pudo valorar a los pacientes y observarlos por periodos de hasta 15 minutos para ver si alguno presentaba alguna reacción.
Según informó la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) en un boletín de prensa, el CAIS de Siquirres tiene identificadas 7.750 personas mayores de 58 años pertenecientes al segundo grupo de inmunización contra la covid-19.
Otras áreas de salud que también están haciendo visita domiciliar para vacunar personas encamadas mayores de 58 años son las de Pérez Zeledón y Tibás, Uruca, Merced.
La vacunación de este segundo grupo se inició desde la semana pasada, con el reinicio en los envíos de vacunas de Pfizer-BioNTech, el 16 de febrero.
Se calcula que casi un millón de personas de ese grupo, residentes en diferentes partes del país, tendrán que recibir las dos dosis que conforman el esquema completo.
Hasta el 19 de febrero, se habían vacunado más de 101.000 personas, 44.000 de las cuales ya recibieron las dos inyecciones.