Protéjase contra la gripe y vacúnese: tiene seis semanas para hacerlo

Como todos los años, la campaña de vacunación dará prioridad a los grupos de riesgo que han sido identificados por los equipos de salud: niños de 6 meses a menos de 7 años, adultos de 58 años o más, embarazadas, diabéticos, personas con cardiopatías, obesidad grado II, III o mórbida, y enfermos respiratorios crónicos con padecimientos como asma, bronquitis, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), tuberculosis y síndrome de Down.

También se podrán beneficiar de esta protección funcionarios de la CCSS, Ministerio de Salud, cruzrojistas, bomberos, policías, funcionarios del Servicio Nacional de Salud Animal, trabajadores del 911, quienes trabajen en Migración y Extranjería y estudiantes de ciencias de la salud y técnicos que realicen prácticas en los establecimientos de salud de la CCSS.

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La Caja usualmente compra más de un millón de dosis para proteger a una cantidad similar de personas en los grupos de riesgo. A quienes no forman parte de esos grupos se les aconseja vacunarse en farmacias privadas para estar protegidos contra el virus circulante.

Los interesados en esta vacuna deben consultar en el área de salud de su comunidad, pues cada una tiene su propia organización para la campaña. Se procurarán puestos de vacunación tanto dentro de los establecimientos de salud como en puntos estratégicos de las comunidades.

Hay dos razones principales para vacunarse contra la influenza. La primera, es porque la protección inmunitaria de una persona con la vacunación disminuye con el tiempo. Esto hace necesario recibir una vacuna anual para que la protección sea óptima.

La segunda razón es porque los virus de la influenza cambian o mutan. Por eso, las vacunas contra la influenza son actualizadas cada temporada (anualmente) para brindar protección contra los virus de mayor circulación.

De cara al inicio de la estación lluviosa, que es también considerada una temporada alta de circulación de virus respiratorios, es importante vacunarse lo más pronto posible para que el organismo pueda generar anticuerpos que protejan a la persona contra la enfermedad grave y la muerte.

La formación de estos anticuerpos puede tardar unas dos semanas desde el momento de la vacuna. De ahí que cuanto antes pueda aplicarse la dosis, mejor.