Una menor de dos años y medio está grave en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Nacional de Niños tras ingerir uno de los plaguicidas más peligrosos que hay en el país.
La chiquita es vecina de Quebrada Grande de Tilarán, en Guanacaste.
Ella ingresó al hospital josefino el 23 de febrero, confirmó Víctor Pérez Herra, especialista en Cuidado Intensivo, quien forma parte del equipo a cargo de la niña y asegura no haber visto un caso así en la UCI en la última década.
El producto que ingirió la menor clasifica dentro del grupo de los organofosforados y se conoce como Terbufos, uno de los 12 plaguicidas que más intoxicaciones agudas producen en Centroamérica. Es utilizado para eliminar plagas en cultivos como el banano.
La ingesta de esta sustancia, mantiene a la paciente con asistencia ventilatoria pues el químico le paralizó los músculos de la respiración y le inflamó el páncreas.
La menor, además, corre el riesgo de quedar con alguna neuropatía: un daño en el sistema nervioso periférico que le podría dejar secuelas en diferentes partes de su cuerpo. Desde hormigueos y debilidad muscular, hasta hipersensibilidad al tacto y ardores.
"En todos los años que tengo nunca había visto una intoxicación tan severa con edema (agua) pulmonar. No recuerdo un caso tan grave como este", comentó Pérez Herra.
Édgar Rojas Cabezas, de la Fiscalía Ejecutiva del Colegio de Ingenieros Agrónomos, explicó que el Terbufos es el ingrediente de varias marcas comerciales.
"Su estado legal de comercialización en el país exige para su venta la confección de una receta emitida por un profesional en ciencias agrícolas, que debe velar –entre otras cosas- para que el usuario tenga la capacidad técnica y los implementos para su correcta manipulación así como que los cultivos recomendados tengan el uso autorizado", explicó el ingeniero.
Este plaguicida agrícola está regulado por el decreto Nº 34143-S-MAG-TSS-Minae.
Preocupación. El caso de la pequeña ha movilizado a autoridades del Hospital Nacional de Niños. Incluso, el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) intervino, confirmó Pérez.
"Es un caso serio y muy preocupante. Son insecticidas sumamente tóxicos en cantidades bajas en el ser humano. Producen una enfermedad pulmonar aguda muy grave que requiere terapia intensiva.
"Estamos haciendo la indagación a través del Centro Nacional de Control de Intoxicaciones sobre la forma en que este insecticida llegó al sitio de residencia de esta niña y sobre el cuidado y supervisión parental que se debió haber ejercido. La niña pasó muy delicadita el fin de semana, hoy (martes) se reporta un poco más estable pero es una situación que nos preocupa y le estamos dando seguimiento", dijo la directora del Hospital Nacional de Niños, Olga Arguedas.
El primer reporte del caso lo recibió el Centro Nacional de Control de Intoxicaciones.
La directora de esa entidad, Ana Elvira Salas Herrera, confirmó que hubo una llamada de la Clínica de Monteverde, en Puntarenas, para reportar la emergencia.
"La historia que me dio la doctora de Monteverde es que el producto estaba fuera de la casa. La niña estaba jugando con otra de cinco años. Ahí fue cuando cogió el producto y se lo comió.
"Este plaguicida se parece mucho a la semilla de chía o de linaza y tiene una característica muy especial: está formulado para que se libere despacio en las raíces de las plantas", explicó Salas.
El Centro Nacional de Control de Intoxicaciones registra un promedio de 33 casos al año de intoxicaciones con Terbufos.
En el periodo 2013-2016, los años en que más intoxicados se han reportado con ese producto es el 2013 y el 2015, con 37 personas cada uno. El año pasado, la cifra bajó a 25.
El promedio anual de intoxicaciones con plaguicidas ronda las 1.300.
Según un estudio de mortalidad para ese centro, en el periodo 2012-2014 fallecieron 17 personas por la ingestión de Terbufos, cifra que representa un 47,2% de los decesos por intoxicación con plaguicidas.