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“Cuidémonos nutritivamente” es el nombre de la campaña que busca frenar la bulimia, la anorexia y los atracones, entre otros trastornos de la conducta alimentaria, sobre todo en población adolescente. (Cortesía )
Los trastornos de la alimentación, principalmente anorexia y la bulimia obligan a internar en el Hospital Nacional de Niños a más de un centenar de adolescentes cada año. Hasta junio anterior, 103 menores tuvieron que ser hospitalizados por complicaciones de estas enfermedades, mientras que en el 2022 la cifra llegó a los 153.
La campaña “Cuidémonos nutritivamente”, presentada este jueves, busca incentivar los espacios de protección, sobre todo entre población adolescente, contra estos trastornos en la familia, amigos y centros educativos.
Francela Jaikel, vocera del Colegio de Profesionales en Psicología, explicó que los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) son condiciones mentales serias, biológicamente influenciadas con múltiples causas, que pueden tener consecuencias severas para quienes los sufren.
Jaikel citó entre esas secuelas la caída del cabello, problemas en huesos y dientes, falta de concentración, ansiedad y hasta la muerte. Entre los trastornos más conocidos están la anorexia nerviosa, bulimia, el trastorno por atracón y la ortorexia.
Estos trastornos de la conducta alimentaria están apareciendo cada vez con mayor frecuencia, advirtió Rossana Mauro Gómez, del Colegio de Nutricionistas.
Según Mauro, el país debe dedicar esfuerzos para conocer la prevalencia de estas enfermedades, con el fin de tratarlas y procurar la recuperación completa de estos pacientes.
La campaña presentada este jueves es impulsada por el Colegio de Profesionales en Psicología de Costa Rica (CPPCR), el Colegio de Nutricionistas y el Ministerio de Salud.
Espacios de protección
La campaña busca fomentar factores de protección que prevengan o eviten la aparición de estos trastornos de la conducta alimentaria.
Para ello, el Colegio de Profesionales en Psicología recomienda fomentar espacios seguros en cuatro ambientes:
En la familia: aquí se debe fomentar la comunicación abierta y empática, con momentos para conversaciones familiares a los cuales se les debe dar prioridad. En la familia es donde se debe aprender a escuchar activamente sin juzgar ni criticar, y valorar las emociones y experiencias de cada miembro; entender y aceptar las diferencias.
En los círculos de amistades o entre pares: se aconseja limitar las conversaciones grasosas, conocidas como “fat talk”, que son conversaciones sobre los cuerpos de las personas. En sustitución, se recomienda destacar características como inteligencia, creatividad, amabilidad o talentos.
En los centros educativos: aquí hay que enfatizar que la salud y el bienestar no se miden en kilos; señalar las distintas áreas de la vida como espacios de ocio y disfrute, escucha, de movimiento físico, alimentación variada y suficiente, consumo de agua, hábitos de sueño, entre otros.
En citas médicas: a los profesionales de la salud se les aconseja promover hábitos de alimentación y actividad física saludables y sostenibles en lugar de prescribir dietas o pérdida de peso. También informar a padres y madres de familia sobre los riesgos de poner a niñas y niños a dieta.
En estos espacios se debe formar desde la infancia y adolescencia sobre una alimentación libre, balanceada y variada con actividad física placentera, y evitar clasificar la alimentación en buena o mala, sana o insana, calórica o light.
Las personas interesadas en conocer esta campaña pueden buscar los contenidos en la página cuidemonosnutritivamente.com, donde encontrarán recomendaciones.
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